No sonría si no puede. No es obligación.
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Oirte de nuevo
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Un día estéril,nuevamente.
Cansada de todo y con la esperanza de nada.
Aquél café sería,junto con mi libro,mi única compañía.
Ansiaba ir ,tomar mi café y leer todo lo que en vida neutral no hay.
Quizás sería una pérdida de tiempo,mi "colegas" lo dicen así.
Entré con mi bolso en el hombro hasta la barra.
Di mi pedido y busqué con la mirada un asiento libre; preferible al lado del vetanal.
La nieve aún caía y mi abrigo necesitaba un descanso.
Cuando llegué a mi lugar favorito con la mirada. Alejado de todos y todo pude ver una cabellera albina y rojiza.
Me acerqué lentamente,con cuidado y sin hacer ruido.
Mientras sacaba el libro del bolso.
Me senté y el pareció notarlo,aún no tenía sus ojos abiertos.¿ Que tan hermosos serían?
Abrí el libro y comencé a leerlo en voz lo suficientemente alta como oara que él me escuchará y solo él.
"...Por que tu no tienes que ser dichoso de la vida...la vida debería ser dichosa de tenerte a ti. Por que tu eres el milagro que vino a cambiar algo que antes de ti,estuvo mal"
El sonrío ,yo sonreí sabiendo que el no podría verlo pero que si podría notarlo.
Seguí leyendo hasta que llegó mi pedido junto a un te.
— ¿Te?— pregunté.
— no me gusta el café — comentó él mietras tomaba la taza con sumo cuidado junto a su plato.
— antes tu...— pero el habló y yo callé. Por que su voz me gustaba mucho mas que la mía.
— quería simplemente darte en el gusto,creo. No se por que lo hice — y su voz se me hizo mas atractiva que antes pero aún quería ver sus ojos.
— ¿Por que no abres los ojos?— pregunté.
— ¿Por que abres los tuyos?
— por que puedo ver.
— y yo no. Los tenga abiertos o no será lo mismo.
Yo suspire y negué con la cabeza. Mi abrigo yacía en el respaldo del asiento.
— y yo que pensé que escondías algo tan precioso que ningún humano era digno de ver — la taza la eleve a la altura de mis labios.
— no podría esconderte a ti. Hay grandes probabilidades de que me acusen de secuestro — me sorprendí no lo niego.
