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Hay veces en las que el mundo puede verte de una manera completamente diferente a la que quieres.



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Diferentes

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—me operarán— murmuró él,mientras yo veía como la nieve cubriría todo a su paso.

—¿Cuando?— pregunté en susurro.

— seis meses más,midoriya— él pasó sus manos por su cabello. Como si algo le preocupase.

Estaba nervioso y recuerdo que a mi me dio gracia,solté un pequeña risa y el sonrío; aquella tan pequeña pero bonita sonrisa.

El se volvió hacía mí,agarró mi mano helada y la apretó entre las suyas,como si quisiera que tomarán calor junto con las de él,siendo que sus manos estaban mas frías que las mías.

— hace cuanto que nos conocemos— me dijo.

— dos meses,Todoroki-kun— murmure y de pronto me vi sumergida en una  burbuja rosa con petalos y corazones cayendo encima de nosotros.

— siento que han pasado solo semanas — murmuró él,mientras sus ojos se abrian y sus pupilas se dirigían hacía las mías.

Tan lindo que era el momento,tan apacible.

— ¿no lo sientes tu así,midoriya?— y la burbuja se rompió. Cayeron los pedazos en forma de vidrios biena afilados,temble con miedo a que cayeran encima de él.

Una de las personas ma sinceras,con secretos,perp sinceras que conocí.

— no— el ladeo la cabeza y yo quite mis manos de las suyas,tomé mi libro entre mis manos — siento que han pasado años,por que pareciera que te conozco completo,pero solo días por que sigo temblando de sorpresa al verte — el frio llegaba ya a mi huesos y el pareció comprenderlo.
Sonrío y se levantó,estiró una de sus manos para recibir la mía.

Me levanté con ayuda y el volvió a cerrar sus ojos.

— dame seis mese para concerte más — habló.

— ¿Más?

—mucho más — lo pensé,él parecía tan exitado por la idea que solo dije que sí.

Caminamos por el lugar hasta la noche,como hace tiempo hacíamos,pero esta vez,cuando él se despidió de mí me tomó por la cintira,tomó mi mentón con sus dedos y lo elevó para poder miarlo,sus ojos dispares me hipnotizaron.

Y solo me dejé guiar,las luces de las farolas iluminaban nuestros cuerpos pero no nuestros rostros.

Sentí sus labios contrar los míos,como una suave caricia,con delicadeza,con amor.

Un amor que mo merecía tener.

Mis manos se elevaron hasta sus hombros donde descansaron.

Su agarre en mi cintura se apretó más y el beso duro lo suficiente como oara dejar sus sabor en mi boca y su olor en mi cuerpo.

Se separó de mi,me sonrío en forma de despedida hasta el día siguiente y se fue,dandonde la espalda.

Mi cuerpo teblaba,no por el frio que ya poco a poco se iba desapareciendo.

Mis mejillas se sornojaron y mis dedos fueron a mi boca,allí sola. Sin nadie, me di cuenta que yo ,quizás,solo quizás,merecía todo aquello que él queria darme.

"— cuando tus ojos puedena verme y veas mis ojos sin brillo,sin amor, desolados,comprenderás el por que estoy sola — recuerdo cuando dije aquello. Pero el solo sonrío.

— quiero ser ese brillo que debe haber en tus ojos,quizás no  sea tan resplandeciente,pero quiero serlo,por favor,dejame   serlo—"

Caminé hasta llegar a mi casa con sus palabras en mente,con sus manos en mi cintura y su boca en la mía. Recordando todo aquello que sentí en solo dos meses.

Sentí peligro,siento peligro.

Siento que si dejo pasar esto...nunca más podre tenerlo.

Quizás el sea todo lo que necesito,pero el no me conoce.
El no sabe como soy.

El no sabe que soy el diablo disfrazado de Ángel.

Al día siguiente el sonrio al encontrarme donde siempre.

Mis mejillas se tiñeron de rojo cuando sentí que el me daba un beso en la mejilla.

— buen día— murmure.

— buen día — susurró.

El pidió lo mismo de siempre al igual que yo.
El hizo lo mimso de siempre pero había algo distinto.

— ¿Y si empezamos a ser reales?

— lo soy.

— no lo eres.

Y bajé la mirada por que él tenía razón,yo no era real.









Buuuuuu :v




Dichosa sea la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora