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Recuerdo que desde ese día nuestras tardes mejoraban cada vez,mis problemas desaparecían cada que el sonreía.

Mis brazos ya eran capaces de roderalo,sin temor a que él me aparatara.

Caminabamos todos los días a diferentes lugares,él siempre traía un regalo para mi,una sorpresa o incluso ina aventura.

Los meses pasaron rapidos,certeros y bonitos.

Mi corazón se acelereba cada vez que lo veía  y el parecía notarlo por que sonreía.

Yo leía para él y él hablaba para mi,me contó sobre él,sobre su vida.
Le conté sobre mi,sobre la muerte de mi madre. De mis problemas y él sonreía y me abrazaba cada vez que yo.me desahogaba.

Mis miedos desaparecieron y pude volver a sonreí,a que mi corazn vibre de amor,de cariño.

— ¿tus ojos brillan de nuevo?— me preguntó un día,mientras sus cabellos bicolores se mecían con el viento.

— ¿Te iras si te digo que si?— le pregunté,sonriendo y temorasa de la respuesta.

— a esto altura de la carrera,midoriya,no me iría ni aunque me echaras. Me enamoré completamente de tu personalidad — y yo sonreí ante sus palabras.

Mis mejillas se colorearon y yo asenti.

— brillan tanto que parecen estrellas,todoroki-kun— el asintió y recojio mi mano ,tanteando para llegar a ella.

— en una semana me operarán,midoriya. Quiero saber si tu...te quedarás conmigo — sus pupilas se quedaron en mi.

— si —  mi repuesta fue tan clara que el no dudó y se acercó a mí. Me besó con gentileza,con amor y cuando se separó lo abracé y mi cabeza la coloqué en su pecho.

Si,mi corazón latía tan fuerte que creo el lo sintió por que acarició mi cabeza con gentileza.

— calma — murmuró sonriendo. Y yo sonreí con él.

Cuando su operación salió correctamente hecha,no lo puede ver por días.

Su familia se negaba a dejar pasar a alguien como yo a su elegante mansión.

Su padre,el segundo mejor empresario de todo el país decía que yo era impura para su hijo.

Nunca lo negué,por que quizás si lo era.

Los dias pasaron y mi sonrisa ya no estaba.
Mi alegría se fue y el dolor de no cumplir aquella promesa me carcomia.

Lo quería tanto,de un simple accidente pasamos a esto.

A extrañarlo con tantas fuerzas que dolía.
Dolía tanto que parecía una pesadilla.

Quizá así debería ser. El en su mundo y ya en él mío.

Enfocandome en sobrevivir un día más en esta vida que me tocó.

¡Dichosa sea la vida por que tu existes y puedes hacer con ella cosas maravillosas!

Tu no deves sentirte dichosa,por que tu puedes más. Eres más y no debes conformarte con simples cosas. La vida y los que te rodean deben senntirse dichosos. Por que tu eres más de lo que aparentas— su voz llegó a mis oídos y me sentí plena.
Me sentí felíz.

Me di vuelta para mirarlo con sus ojos cerrados y su pequeña sonrisa.

— jamás me imaginé lo hermosa que podías llegar a ser — me dijo con sus palabras exactas.
Con amor,ese amor que extrañaba.

No se como ni cuando pero me lancé a sus brazos,a sus fuertes brazos,mientras sus cabellos biclores se movían y el abría sus párpados y me miraba con sus ojos.

Me abrazó con tal fuerza y yo solo podia sonreír y llorar de felicidad.

Le necesitaba,lo quería y no lo dejaría ir.

Sería egoísta,solo por él.

— Todoroki-kun...

— ¿Mhp?

— dichosa sea la vida de que puedas tenerla,de que ella te pertenezca,dichosa se quién te tome en sus  brazos y pueda respirar tu aroma. Dichosa sea la vida.dichosa sea yo,tu vida.


Y seré egoísta y me sentiré plena cuando tus manos me toquen y quiten mis ropas,cuando se muevan con asustucia,amor. Cuando proclamen lo que te pertenece.




Sus manos roderon mi cintura solo para dejarlas luego y colocarlas levemente en el suelo al igual que una de sus rodillas.

Elevó una mano junto con una caja de terciopelo rojo,dentro  un hermoso anillo de diamantes platedo.

Dichosa sea la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora