Eras todo lo contrario a lo que pensé que serías. En mi cabeza, eras perfecto... Pero la burbuja en la que estabas encerrado, en algún momento iba a explotar.
Y me di cuenta de que nunca antes había conocido a nadie con una mente tan retorcida como...
Lo primero que hizo Hoseok al regresar a su casa, fue hacerse un gran plato de Kimchi. Últimamente lo que había estado comiendo, era puro pan y fideos mal cocinados por parte de JungKook. Había perdido unos cuantos kilos.
Su cabeza no paraba de pensar en todo lo sucedido. Taehyung seguía en ese lugar, pasando por lo mismo que pasó él. Se odiaba por no haber escapado con Taehyung. Tenía la oportunidad de hacerlo, de golpear a Jungkook y escapar de ahí. JungKook le había dado la oportunidad, pero él la había desperdiciado.
Pero siguió comiendo, porque era lo único que podía hacer. Taehyung le había pedido que no hiciera nada, que no acudiera a la policía, y él tenía que hacerle caso, ¿pero cómo haría eso? Era su deber ayudarlo, Taehyung había dado su libertad por la suya, no podía quedarse de brazos cruzados.
Hoseok se encontraba entre la espada y la pared, ¿cómo podía decidir? Traicionaria la confianza que Taehyung había depositado en él.
Sabía que JungKook no le haría nada, pero ¿y si lo hacía? Hoseok quería terminar todo de una buena vez.
Dejó el plato de kimchi a mitad de comer, de tanto pensar, se le habían ido las ganas de comer. Su estómago se revolvió y fue corriendo hacia el baño a devolver lo poco que había comido.
Se sentó en el piso, sintiéndose enfermo. ¿Por qué estaba siendo tan despreocupado con respecto a la situación que estaba pasando?
Hoseok quería acabar con todo y poder descansar en paz.
°°°
—No intentes hacer nada con ese cuchillo.—Advirtió JungKook.
Taehyung suspiró y guardó el cuchillo nuevamente en el cajón.
—No pensaba hacer nada de todas maneras.—Se encogió de hombros y se dirigió a su habitación.
Lastimosamente para Taehyung, buena suerte para JungKook, la casa en donde se encontraban quedaba en el medio del campo sin vecinos cerca. El pueblo más cercano quedaba a 6 kilómetros de distancia, 30 minutos en coche, casi una hora a pie.
Si Taehyung quisiera escapar, JungKook tranquilamente podría encontrarlo antes de llegar al pueblo.
Pero Taehyung, por más que quisiera, no pensaba en escapar. Sentía que si lo hacía, algo malo pasaría, no solo a él sino también a Hoseok.
Se recostó en su cama y cerró los ojos, la puerta se abrió dejando entrar a Jungkook pero Taehyung no abrió los ojos, en cambio, giró en la cama y fingió dormir.
JungKook se sentó dándole la espalda, Taehyung mordió su labio inferior cuando sintió la cama hundirse al lado suyo.
—Lamento todo.—Susurró, Taehyung se tensó en su lugar.—Nunca quise que todo terminara así...
Jungkook se dio vuelta y miró a Taehyung, quien respiraba dificultosamentedebido a los nervios. Estiró su mano y acarició su cabello.
—Sé que no estas dormido.—Taehyung suspiró y abrió los ojos, quedándose en la misma posición. —Hablaba enserio respecto a lo que dije.
—No creo que lo lamentes, JungKook.—Murmuró.
—Realmente lo hago, hyung, no quiero que me temas. Nunca te haría daño.
—¡Deja de repetir eso!—Taehyung se levantó, alejando la mano de JungKook de su cabello—¿Qué no me harás daño? Como si ésto no lo hiciera ya.—Escupió, furioso.
JungKook levantó las manos, en modo de rendición.—Me creas o no, me da igual, pero lo que digo es verdad.—Se encogió de hombros y se levantó de la cama, saliendo de la habitación.
Taehyung se tiró con fuerza en la cama, golpeando su cabeza contra la almohada.—Hipócrita.
°°°
—Seulgi, ¿sabes algo de Taehyung? Hace días que no viene.
Seulgi hizo una mueca.—No lo he visto, Jisoo, estoy preocupada, él nunca falta sin avisar.
—Tienes razón, ¿deberíamos de ir a ver si se encuentra bien? No sé donde vive pero podríamos pedirle la dirección a nuestro jefe...
Seulgi asintió.—Está bien, ve a hablar con Jihoon, yo terminaré de limpiar y nos iremos.
Jisoo sonrió y se dirigió hacia la oficina de Jihoon. Golpeó la puerta y escuchó un 'adelante' desde adentro, por lo que abrió la puerta encontrándose con su jefe, quien estaba revisando unos papeles. Levantó la mirada y le sonrió a Jisoo.
—¿Qué necesitas, Jisoo?
—Disculpe, quería saber si usted tenía la dirección de Kim Taehyung.
—¿Tae?—Preguntó Jihoon, confundido. —Él renunció hace unos días.
—¿Qué?—Preguntó una desconcertada Jisoo.
—Llamó hace unos días y dijo que renunciaba porque se mudaba de ciudad.—Jihoon se encogió de hombros y siguió con su papeleo.
Jisoo no podía creerlo, conocía a Taehyung desde que había entrado en esa cafetería como un niño inexperto y siempre tenía que ayudarlo porque terminaba tirando algún vaso de café al suelo. No, su Taehyung nunca se hubiera ido sin decirle algo a ella o a Seulgi.
—Jihoon, perdone pero necesito la dirección de Taehyung.
Jihoon suspiró y levantó la mirada, señalando con su mano una estantería llena de archivos. —El nombre de Kim Taehyung debería de estar ahí. Puedes buscarlo pero no desórdenes los archivos.
—Muchas gracias.—Hizo una reverencia y sonrió, acercándose a la estantería para buscar la dirección.
Luego de unos minutos logró encontrarla y salió de la oficina, no sin antes volver a agradecer a Jihoon. Buscó a Seulgi, a quien encontró en la entrada de la cafetería esperándola.
Ambas salieron rumbo a la casa de Taehyung.
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