Eras todo lo contrario a lo que pensé que serías. En mi cabeza, eras perfecto... Pero la burbuja en la que estabas encerrado, en algún momento iba a explotar.
Y me di cuenta de que nunca antes había conocido a nadie con una mente tan retorcida como...
Tal vez si hablaba con JK, podría descubrir que había pasado con Hoseok. Nunca antes había hablado con él por llamada. Pero conocía su voz.
Esa voz suave que le hacía acordar a una persona demasiado cercana a él.
Era imposible. Taehyung empezó a negar una y otra vez. No, era imposible.
Empezó a armar el rompecabezas con las piezas que le faltaban, y todo encajaba. Su voz, su mirada, inclusive su estatura y hasta su letra.
Recordó la nota que había recibido ese día que conoció a Jungkook y la nota que jk le había dejado tanto en su lugar de trabajo como en su casa. Buscó rápidamente en su escritorio, encontrando ambos papeles y comparó las letras.
Eran iguales, era la misma escritura desprolija.
Taehyung no podía creerlo.
No, era imposible.
Taehyung no dejaba de decirse eso una y otra vez. Tal vez simplemente era casualidad que fueran parecidos, no podía pensar que JK era el mismísimo JungKook. Pero dios, inclusive su apodo concordaba con su nombre, ¡y las iniciales! Taehyung se quiso pegar la cabeza contra la pared y lo hizo, pero le dolió demasiado así que solo empezó a llorar como últimamente lo estaba haciendo.
JungKook era JK.
Y nunca se había dado cuenta.
O nunca se había atrevido a saber la verdad.
—No puede ser, no... Es imposible. JungKook es malditamente perfecto. ¿Por qué... Por qué haría todo esto?
Agarró su celular y buscó el número de JK, marcando rápidamente y dándole a llamar. JK atendió rápidamente.
—Tú... —Empezó Taehyung. Su respiración se entrecortó.—No...Jungkook, no, no puedes ser él.
Del otro lado de la línea solo se escuchaba una respiración tranquila y eso alteraba a Taehyung todavía más.
—¡Responde, maldición! JungKook, eres tú, ¿cierto? Todo concuerda, tiene sentido, ¿cómo mierda no me di cuenta antes? Soy un inútil...
—Tardaste... Demasiado.
—JungKook...—Sollozo.—¿Por qué?
—Ya sabes la razón.
—¡Que me ames no significa que tengas que hacer toda esta locura! ¿Qué le hiciste a Hoseok?
—Hoseok está bien.
—No le hagas nada, por favor.
—¿Hacerle qué? Hoseok está bien, Taehyung. Él es mi amigo.
—¿Qué?
—Hablamos más tarde, hyung. Tengo que ir a saludar a Hobi por su cumpleaños.
—¿Qué? No, maldito loco, no le hagas nada. Juro que te voy a encontrar, JungKook.
—Dudo que sea posible encontrarme, nos vemos Hyung.—Y cortó.
Taehyung tiró el celular y cubrió su rostro con sus manos. Lloró a más no poder. El chico que creía ser perfecto, terminó siendo una mentira.
Tocó sus labios, recordando el beso que tuvo con JungKook y fue corriendo al baño, comenzando a tratar de limpiar los rastros que aún seguía sintiendo del menor en su boca. Asco, decepción, sorpresa e incluso dolor, eso sentía Taehyung en ese momento.
Sabía bien que no todo dura para siempre, y la burbuja algún día iba a explotar.
°°°
—¡Maldición!—Gritó, golpeando la pared con su puño. Sus nudillos empezaron a sangrar pero eso a Jungkook no le importó. —Todo se arruinó, todo, soy un idiota, tendría que haber sido más cuidadoso.
Escuchó un ruido proveniente de la habitación donde estaba Hoseok. Gruñó, ese chico era una molestia y en ese momento no quería ni siquiera verlo.
—¿Qué mierda?—Dijo una vez entró y no vio a Hoseok por ningún lado, se dio la vuelta cuando sintió un fuerte golpe en su nunca, provocando que cayera al suelo. Tocó su cabeza y de ésta salía sangre, levantó la mirada y se encontró a Hoseok corriendo hacia la salida con una silla pegada en su espalda. Hizo una mueca graciosa al ver la situación, y es que ver al mayor en ese estado de desesperación por intentar salir le causaba gracia.
Se levantó como pudo y corrió detrás de él. Al llegar a la puerta de entrada, Hoseok quiso abrir la puerta pero ésta estaba con llave. Y el mayor se rindió. No había manera de escapar.
JungKook se acercó y lo agarró de los pelos, arrastrándolo nuevamente a la habitación y lo tiró al suelo, provocando un sonoro gemido lastimero por parte del mayor ya que la silla golpeó su espalda.
—No tendrás más comida como castigo. Feliz cumpleaños, Hobi. —Sonrió cínicamente y salió de la habitación. Si Hoseok se iba a comportar de esa manera, dejaría que se muera de hambre. Ahora mismo, JungKook tenía otros problemas más importante y en esos entraba Taehyung.
JungKook había pensado en un plan, tal vez sería uno de los mejores planes que alguna vez tuvo. Iba a darle a elegir a Taehyung dos opciones. Su vida o la de Hoseok.
Y no, no los mataría, en un principio ni siquiera había pensado en hacerle daño a Hoseok. Todo se había vuelto un caos y todo en su contra. Había querido dejar de ser JK, pero el hecho de que Hoseok haya aparecido en la vida de Taehyung lo volvió loco. Era su amigo, y le estaba robando al chico de sus sueños.
JungKook después de todo, no estaba tan loco. Él simplemente estaba enamorado. Un amor enfermo pero al fin y al cabo era amor.
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