Tres.
Aparecí en la calle frente al número cuatro de Privet Drive, donde mi querido Harry vivía. Ya era muy tarde y el lugar estaba en silencio. Como yo no necesitaba invitación ni mucho menos, atravesé la puerta principal de la casa de los tíos de Harry sin el menor impedimento.
Para mi sorpresa, si había alguien despierto en la casa, me dirigí sin pensarlo dos veces a la cocina donde sentía la más fuerte presencia humana. Me encontré con una mujer rubia de apariencia casi esquelética, que estaba rodeada de un sinfín de productos de limpieza. La mire con atención. Limpiaba el lugar como si la vida se le fuera en su "importante" tarea. Sin duda esa era la tía de Harry.
Medio segundo después ya me había aburrido terriblemente verla interpretar el estúpido papel de ama de casa perfecta, así que la dejé ahí sin prestarle más atención, como solía hacer con todos los humanos. Fui hacia las escaleras mientras miraba a mi alrededor con curiosidad, la casa era igual a muchas otras, totalmente típica y aburrida.
No me costó mucho ubicar la habitación de mi mago. Era la más pequeña y desordenada de todas. Pero para mí terrible sorpresa el lugar estaba vacío...
De inmediato mi oscura imaginación voló a lugares donde me habría gustado evitar. ¿Y si Claudia no había visto todo con respecto a Harry?
Recordé el sin fin de películas que había visto en mis excursiones para flechar a humanos en los cines. ¿Y si lo que trataba de limpiar con tanto afán Petunia Dursley era los vestigios de un crimen? Sacudí la cabeza con fuerza, no podía permitir que me controlase la estupidez y mucho menos que me invadiera el mie…
—¿Miedo?
Di un respingo al darme cuenta que ya no estaba sola en la habitación. Miré hacia la única cama que había. En esta estaba sentado un ser hermoso, de cabellos dorados y mirada chispeante. Un escalofrío me invadió al reconocerlo, era Fobos el dios del Miedo.
—¿Qué haces aquí?— pregunté bruscamente, olvidándome por completo mi lugar en la jerarquía de los dioses.
—Pero qué encantadora eres—murmuró el dios y su voz fue como música.
—Lo siento...—susurré avergonzada, llenado de rubor mis mejillas. —Me sorprendió mucho, nada más...
—¿Te sorprendí? Yo diría, por tu cara blanca como la tiza, que te he dado un susto de muerte—rió Fobos.
—¿Qué hace aquí, señor?—volvía a preguntar pero esta vez con un tono más educado.
—Pasaba por aquí y no pude evitar ver cómo iba la apuesta— contestó tirándose a lo largo de la cama sin sacarme los ojos de encima.
Traté de pensar con claridad. No me gustaba estar allí con Fobos a solas en la penumbra de aquel cuarto.
—¿Qué apuesta?—trate de sonar tranquila.
—¿Qué? ¿No te lo han contado?— preguntó y pude ver la malicia en sus ojos.
Negué con la cabeza y él comenzó a reír con mucha más fuerza.
—Me pregunto en qué mundo vives para no haberte enterado—dijo volviéndose a sentarse en la cama— Creí que Claudia te lo había comunicado... Es una pena ¿no? No se puede confiar ni de aquellos que dicen ser tus amigos.
Lo miré con seriedad, a diferencia de su hermano Deimo -dios del terror- Fobos siempre daba vueltas como un caracol antes de decir algo importante, y eso era algo que nadie en todo el Olimpo podía soportar.
ESTÁS LEYENDO
La aprendiz de Eros [Harry&Ginny]
FanfictionCon una flecha en su mano, la aprendiz de Cupido esta lista para lograr que Harry Potter se enamore de una pequeña pelirroja. Aclaración: Todos los personajes son propiedad de JK. Mundo mágico + Mitología Griega. Historia corta: Actualizaciones todo...