Capitulo 6

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Al fin, la esperada fiesta de negocios comenzó.

Hisoka se presentó lo más presentable que nunca.

Hasta Illumi Zoldyck estaba en la fiesta, en el puesto de mozo para el ponche, sirviendo vasos en forma de jarrones para los empleados y visitantes.

— Esto sí que es inimaginable— Dijo Illumi, sin ninguna expresión en su rostro como es lo habitual, sinceramente sorprendido por ver a su amigo sin maquillaje y en traje de gala.

— Tu también, empleado.

A Hisoka no le interesaba su aspecto, es más, Illumi tuvo el descaro de presentarse como estuvo vestido esa misma mañana, solo le sorprendía el hecho que estuviera sirviendo las bebidas en una fiesta que le dijo que no iría.

— No soy tu empleado.

— ¿Y qué haces, servicio a la comunidad?

— Tenia tiempo libre.

— Si quieres el empleo, pídelo.

— Sigue soñando.

— Estoy soñando, porque estoy en una reunión odiosa con gente odiosa.

— ¿El niño Freecs te convenció de hacer esto?

Hisoka se encogió de hombros, restándole importancia.

— Posiblemente.

— ¿Y qué ganaras a cambio?

— ¿Una inversión cuantiosa para mi negocio? — Adivino, extrañado.

— Sí, claro— Ironizo el pelinegro— ¿Qué le has hecho al amigo de Killua?

— Tú me ves así, Illumi, pero créeme que Gon está más "inimaginable"— Dijo, pues ni él se creía que de algo tan simple pudo sacar provecho para hacer realidad su fantasía.

— No quisiera verlo, vaya uno a saber cómo lo dejaste.

— Y no lo veras. El gusto es solo mío.

— No quiero preguntar pero para no encontrármelo por accidente, ¿Dónde está?

Hisoka sonrió maliciosamente. Al ver a su alrededor, noto que el local comenzaba a abarcar más gente. El servicio de eventos venía con un dj, un par de cocineros con cinco ayudantes instalados en la cocina y varios carros de comida repartidos por el lugar.

— Invite a tu hermano a venir, supongo que tú también se lo comentaste. ¿No vino contigo?

— Él nunca quiere acompañarme— Respondió Illumi, con recelo en la voz. Era evidente que la relación entre hermanos era tensa y conflictiva— Hablando de eso, estoy un poco inquieto. He llamado a casa muchas veces y nadie contesta.

— Eso es raro.

— No tanto. Antes de salir de casa, escuche a Milluki decir que haría un nuevo prototipo de sus tonterías de siempre. Hace unos minutos, Tsubone, del servicio de mi padre, me aviso que por culpa de Milluki se sobrecargaron los cables y hasta la electricidad de emergencia cobro fractura.

— Creo que vi a Killua por las tiendas de víveres...

— No lo creo. Lo más seguro es que este con Alluka en un parque de diversiones. Me llamaron de un teléfono público para saber de ella, parece que escapo.

— ¿Y no te importa? — Hisoka sonrió hacia su amigo, tan despiadado como siempre.

— ¿Por qué me importaría?

Locura en el centro comercialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora