Snapchat Zodiac.

#85

Flashback

-Tu hermano va a matarme si se entera de esto. -murmuró el castaño sobre los labios de la acuariana al separarse ligeramente de ella, la chica no hizo más que soltar una risa y volvió a besarlo.

-Puedes soportar un par de golpes. -dijo la chica mientras se levantaba del sofá y buscaba su teléfono.

-Pero si me deforma vas a cambiarme por alguien más.- se quejo el leonino mirando a la chica.

-No voy a cambiarte. -aseguro la castaña acercándose al chico para besarlo de nuevo. -Debo irme, se supone que estoy con "Tessa".

Ambos rieron, esa era la mentira que Ania usaba cada vez que iban a verse, casi parecía ridículo que su hermano nunca sospechara.

-Prometelo. -pidió el leonino viendo directamente a los ojos de acuariana que lo observo confundida. -Promete que no vas cambiarme por nadie.

La chica tomo el rostro del muchacho entre sus manos y lo miro un momento, como si intentara grabarlo por completo en su memoria para nunca olvidarlo, lentamente se acerco a él y le dio un casto beso en la mejilla.

-Te prometo que no voy a cambiarte por nadie... Ni aunque mi hermano te deforme la cara. -hablo la chica con lentitud y sus palabras le generaron una sonrisa al castaño. -¡Nos vemos Tessa! -grito al salir del departamento de Lance.

(...)

-¡Cuidado! - un grito hizo que la acuariana levantara la cabeza de su celular en el momento justo para que una pelota de fútbol impactara contra ella haciéndola caer hacia atrás en el césped.

-Mierda. -se quejo la castaña tocando sus frente.

-¿Estas bien? -le pregunto un chico de cabello rubio extendiendo su mano hacia ella, la castaña dudo un momento pero finalmente la tomo y él la ayudo a levantarse. -Lo siento, mis amigos son unos idiotas.

El rubio señaló a algunos chicos que se reían lo lejos.

-Tranquilo, además estoy bien. -dijo la chica mientras sacudía su ropa y se apresuraba a seguir su camino pero una mano en su hombro la detuvo.

-No creo que el chichón en tu frente diga lo mismo. -menciono el chico señalando su frente, la castaña se llevo una mano a la frente y cuando toco la zona golpeada hizo una mueca. -Déjame ayudarte con eso.

-No quiero ser grosera realmente pareces agradable pero tengo que llegar a un lugar. -menciono apenada.

-No te tomara más de cinco minutos, a menos que quieras irte con el monte Everest en el rostro, no voy detenerte. -le dijo el rubio, la castaña se lo pensó unos segundos, Lance no solía ser puntual nunca así que lo más probable era que tardará unos diez o quince minutos más que ella.

-Esta bien... -murmuró la castaña y siguió al rubio hasta una tienda cercana en la cual él chico pidió un poco de hielo para dárselo a la acuariana que le agradeció con una sonrisa, ambos volvieron al parque en completo silencio. -Gracias, extraño.

-Soy Cetus. -menciono extendiendo su mano a la chica que la estrecho con su mano libre. -¿Puedes decirme tu nombre?

-No lo se, de niña me enseñaron a no hablar con desconocidos. -respondió divertida la castaña. -Soy Ania.

-Lindo nombre, queda perfecto en un linda chica. -dijo el rubio y le guiño un ojo a la acuariana que inmediatamente miro a otro lado.

-Ya debería irme alguien me esta esperando. -le dijo rápido al rubio quien asintio, la acuariana lo miro una última vez para luego darse la vuelta, avanzo unos dos metros antes de que le tomaran el brazo haciendo que se detuviera de golpe, al voltear se encontró nuevamente con el rubio.

-De verdad no quiero molestarte pero... ¿me darías tu número? Como amigos claro pero si no quieres esta bien. -le dijo algo nervioso el chico, lo cual la acuariana encontró tierno, casi le recordaba como era Peter antes de conocerlos. La castaña accedió y saco un papel de su bolso donde anoto su numero telefónico, al finalizar se lo extendió amablemente al chico.

(...)

Ania entro casi corriendo a la cafetería asustando a algunas personas que iban saliendo, se había tardado casi una hora completa y su celular no tenia bateria, por su mente solo podía pasar el leonino y lo enfadado que debía estar con ella por tardar tanto.

Al entrar se acerco a una de las chicas que atienden las mesas, las cuales la conocían perfectamente. No era la primera vez que ambos decían reunirse en ese lugar.

-Graciela, dime por favor que Lance esta aqui. -murmuró la castaña tomando del brazo a la pelirroja que llevaba en sus manos una bandeja llena de tazas y platos. La chica pelirroja hizo una pequeña mueca para después mirar con pena a la acuariana.

-Niña él sigue aqui pero créeme que lo vas a odiar cuando lo veas. -le dijo la pelirroja antes de hacerle una seña para que la siguera, la guió hasta el jardín del lugar, un hermoso espacio con césped sintético y luces mavideñas colgando.

Entre algunas parejas que disfrutaban su café la castaña logro distinguir al leonino, para su desgracia el muchacho estaba sentado con una chica de cabello castaño claro y una hermosa sonrisa acompañada de sus perfectos dientes blancos y un labial rosa pastel que adornaba sus labios, además de la mejilla del castaño y su labio inferior.

-Hijo de su puta madre. -dijo la castaña entre dientes antes de ir hasta ellos dando zancadas. Apenas estuvo enfrente de su mesa no se contuvo y le soltó un puñetazo en la mejilla al chico.

-¿Que te pasa? -exclamó la chica boquiabierta.

-Querida no te metas. -le respondio la acuariana y tomo la mano del castaño para jalarlo lejos de la chica.- ¿Que mierda te pasa Lance?

-¡¿Que mierda me pasa?! ¡¿Que mierda te pasa a ti?! ¡Acabas de golpearme Ania! -le grito el leonino.

-Si, porque a menos que este loca, ibamos a vernos aqui pero vengo y tu estas con otra a la cual es obvio ya besaste. -respondio furiosa la acuariana, todos sus pensamientos estaban revueltos produciendole dolor en el pecho, sus ojos estaban por aguarse pero ella no iba a permitir que notara cuanto daño le había hecho.

- Para empezar te tardaste una maldita hora... Además tu no tienes derecho a reclarmarme nada, no soy tu novio ni nada parecido... Tu no eres nadie para mi. -escupio enojado el castaño y esa fue la punzada que le rompió el corazón a la chica. Sus ojos no tardaron en llenarse de lagrimas por lo que inmediatamente le dio la espalda, no iba a derramar ni una sola lágrima enfrente de él.

-Vete a la mierda y no regreses. -dijo dolida antes de volver hasta Graciela quien la miraba apenada.

-Si te hace sentirme mejor en cuanto supe que había venido con otra le escupi a su café y puse salsa picante en su comida. -le susurro la pelirroja cuando llego a su lado, la castaña dejo salir una risa y después se despidió de su amiga.