El aire rebotaba en mi cabello haciendo que éste fuera de un lado a otro, el camino de mi casa al colegio no era tan lejos, tal vez unos 30 minutos caminando aproximadamente, casi siempre veía a las mismas personas en el transcurso de la caminata, tal vez una que otra cara diferente de algún vagabundo gritando albures. La rutina era la misma, levantarme a las 5 de la mañana para asearme y almorzar una tostada, caminar hacia la escuela y al estar en esta, hacer como si nada pasara. Llegué al colegio, entre, me pare frente a la puerta del salón y al momento de quitar la mano de la perilla para irme alguien susurro.
-Por favor entra - voltee a ver esa voz familiar, era el rubio de los ojos azules.
-¿Qué haces aquí? -dije un poco a la defensiva, el espacio entre nosotros era algo pequeño, sus ojos miraban fijamente los míos transmitiendo calma, mis manos temblaban y al intentar pronunciar una sola palabra, la puerta se abrió.
-¿Piensan pasar o quedarse ahí todo el día?- dijo la profesora ya molesta.
Entramos al salón, las miradas de todos puestas en nosotros, tomamos los lugares de hasta atrás y nos sentamos. Murmuros se escuchaban en toda el aula y gracias al cielo pararon al escucharse 3 golpes en la puerta, la maestra abrió para ver a los otros 3 chicos del otro lado.
-¿Podemos pasar? - preguntaron al unísono.
-Sí, pero en mi salón no se come -dijo refiriéndose al de ojos pequeños el cual traía una paleta de helado ya casi terminada en la mano, el chico asintió y se metió lo que le quedaba a la boca.
-Eres un asco Calum -le dijo el de ojos color hazel al de ojos pequeños y posteriormente se sentaron atrás de nosotros.
-Espero y ya no lleguen más, acaban con mi paciencia. como ya vieron chicos, tenemos 4 alumnos nuevos, por favor cada uno diga su nombre. -dijo señalando a los chicos.
-Mi nombre es Calum. soy soltero y sin compromiso chicas -dijo el de ojos pequeños con una sonrisa coqueta.
-Te falto decir que eres un idiota, mi nombre es Ashton, Ashton Irwin -dijo el de ojos color Hazel.
-Yo soy Michael Clifford -dijo gentilmente el de cabello rojo.
-Y yo soy Luke -dijo el rubio de ojos azules con la cabeza abajo.
-Bien, gracias chicos, bienvenidos -dijo amablemente la profesora Martha.
La clase siguió hasta la hora del descanso, salieron todos, menos los chicos y yo.
-¿Qué hacen aquí? -dije apenas se fue el ultimo alumno de ahí quedándonos solos los chicos y yo.
-También estudiamos, no queremos ser unos imbéciles, aunque Calum ya se nos adelanto -dijo Michael
-¡Ya suéltame Mike! -protesto Calum intentando ponerse molesto pero la risa le gano.
-Aun no sabemos tú nombre -dijo Ashton
-Regina -dije dirigiéndome a la salida
-Aquella que es una reina, eso significa tu nombre, "reina" -susurro Luke para que apenas lo escucháramos. Voltee a verlo, la imagen de él con sus alas extendidas y la manera en la que me miraba paso por mi cabeza.
-Ya no habrá clases, el profesor de física se enfermo y no podrá asistir -dijo un chico avisando a los salones que tenían clases con él.
Tome mi mochila y empecé a caminar hacía la salida de la escuela, no mire hacía atrás, no quise. El verlos me provocaba una rara sensación, más con el rubio.
-Espera -dijo Luke detrás de mi, empezaba a pensar que ya se estaba haciendo una maña.
-¿Y los demás? -pregunte refiriéndome a los chicos al no verlos por ahí.
-Se fueron, iban a comprar unas cosas -dijo éste
-Que rápidos, es como si se hubieran esfumado. -dije mirando alrededor intentando buscarlos
-Podemos aparecer y desaparecer de un lugar a otro. -dijo corrigiéndose así mismo.
-¿Quieres intentarlo? -dijo con una carita de emoción igual a la de un niño pequeño.
-Mi curiosidad es más grande que mi sentido común -contesté
-Bien, sujétate de mí -dijo pasando su brazo por mi cintura y mirándome un segundo a los ojos. un abrir y cerrar, eso fue lo que duro, máximo 3 segundos de estar en la escuela al interior de su casa. Sus alas habían salido de su escondite, su mirada seguía fija en mí y la mía en la de él. Me soltó de su agarre.
-¿Te duele? Cuando salen - pregunté tocando con delicadeza sus alas negras las cuales desgarraban su camisa, las plumas de estas eran exageradamente suaves y gruesas.
-Se siente un cosquilleo -contesto volteando hacía mi.
-¿Qué eres?, ¿qué son ustedes? -dije mirándolo a los ojos.
-Un demonio, y no somos los únicos que existen -dijo profundizando su mirada hacía la mía intentando que no me asustara.
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Regina.
Science FictionUna dura decisión, acabar con su vida, para muchos esto sonará como algo catastrófico, para ella no, al fin y al cabo no tiene nada que perder. Pero algo la hará cambiar de opinión, bueno, más bien "alguien". Una dura verdad, un nuevo mundo, una nue...