Ocho.

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No sé porqué, pero me gustó el hecho de que le preocupaba mi salud.

Igual ni ahí.

Estaba llegando a mi casa y veo a un mina parada afuera de mi casa.

Ahora sí que sí conchetumare.

Me guardé la cajetilla lo más segura posible.

—Hola ami...

No alcanzó a terminar porque le chanté el combo más fuerte que en mi vida eh dado.

—Que hueá te pasa tonta culiá— Gritó mientras notó la sangre saliendo de su nariz.

—Eso fue por decirme exagerada— Le sonreí.

—Tai vía.

Y saltó sobre mi, me tiró al piso y comenzó a tirarme el pelo, le piñisque las tetas lo más fuerte y comenzó a sobarse, cayó de lado, y esta vez me posé encima de ella y le empezé a dar combos en el estómago.

—Esto por tratarme como quisiste durante años.

Se retorcía en el suelo, me puse de pie, y con todas mis fuerzas malignas subtraidas del más allá, le pisé la muñeca.

—Y eso, por meterte con mi pololo, maraca culiá— Saqué un cigarro, lo prendí y me entré.

Me sentía libre hueón, y ahora me queda el maraco de mi ex.

Porque conmigo nadie juega.





POR FIN SE PUSO VÍA ESTA HUEÓNA SKSKDKKD

¿Tení Cigarros Sueltos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora