Nueve.

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Estaba todo extrañamente normal, de mi mamá aún no se sabe nada, la mamá de la Javiera trato de levantar acciones legales, cosa que no pudo.

Pero había llegado el momento más penca de mi patético mes, volver al Liceo, una verdadera paja.

La verdad entré en un liceo nuevo, ya que no quería ver tanto aweonao y además que no me alcanzaba para pagar mi colegiatura.

Apenas entré a la sala todos me quedaron mirando a lo que les respondí con una mirada asesina.

—Wena po nueva—Gritó un hueón que estaba al fondo.

—La profe no está, si queri volví después, mañana, pasado o mejor nunca— Dijo una mina dándome una sarcástica sonrisa.

¿Sin profe? Bacán.

—Pulento que no esté tu cagá de profe po conchetumare, conmigo no te metai hueóna, estaré aquí el tiempo que se me paren las tetas y si te quito el status por ser más bonita que tú, lo siento— le sonreí y me senté a lado de un niño que se veia súper piola.

—No te metai con ella— Dijo el muchacho, —Es capaz de todo.

—Toi ni ahí— Levanté los hombros.













Holaaaaa! Ya llegué u.u, estuve ausente por algunos trabajos escolares, pero volví u.u y se viene bueno uwu

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