¿Como puedo recuperarte?

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El desayuno de la familia Agreste Dupain fue alegre y lleno de risas por parte del niño quien disfrutaba de la compañía de sus padres juntos en la mesa, conversando, riendo y por supuesto comiendo la deliciosa comida hecha por la azabache quien estaba alegre por la forma en la que su esposo se comportaba con ellos, parecía como si fueran de nuevo una linda y feliz familia. Al momento de salir a llevar al pequeño Hugo a clases el rubio se ofreció a llevarlo agarrando la mano de su esposa que se dejó conducir por el hombre que la desposo.

En el trayecto Hugo estaba hablando animadamente con su padre mientras la azabache veía el cómo sus dos hombres favoritos compartían... a decir verdad estaba más que sorprendida del cambio de actitud de su esposo, recordaba las hirientes palabras de que le dijo en la noche anterior pero también la actitud arrepentida que tuvo su esposo en la mañana... ¿Qué había pasado para que Adrien cambiara con ellos?... era una pregunta que se encontraba muy presente en la mente de la azabache.

-Que pases un buen día campeón...- el rubio removió el cabello de su hijo con su mano dejándolo despeinado pero muy sonriente... ¿desde hace cuánto tiempo sus padres no lo llevaban juntos a la escuela?...- Pasaremos los dos por ti a buscarte...- la azabache sonrió al escucharlo decir que lo pasarían a buscando los dos juntos a su hijo...-

-Te queremos mucho...- la azabache le peino el cabello con sus dedos, los ojos azules del niño denotaban felicidad pura, sus padres juntos con él en la puerta de la escuela lo ponían muy feliz... tanto asi que le dio un beso y un abrazo a su madre para después despedirse con un abrazo de su padre, salió corriendo para entrar a la institución juntándose con sus amigos riéndose por lo que acababa de vivir... sus padres miraban lo feliz que se fue el pequeño Hugo...-

-Es un buen niño...-

-Si... se parece mucho a su madre...- del rubio salió una sonrisa con un leve sonrojo en sus mejillas, no sabía si tomar la mano de su esposa más que todo por cómo se estuvo comportando con ella y su hijo... no sabía cómo ella lo tomaría... pero para su sorpresa fue ella la que lo tomo de la mano...-

-¿Ahora qué hacemos?...- la pregunta de la azabache era una de las cosas que estaba teniendo en su mente desde hacía rato pero el rubio ya tenía algo en mente, y lo que era mejor, intentaría hacerla reír y sonrojar como cuando salían juntos antes y durante de su matrimonio...-

-¿Desde hace cuánto que no tenemos una cita?...- el rubio comenzó a caminar con paso lento, sin prisa, ya que ese día realmente no tenía ganas de trabajar por lo que pasaría el mayor tiempo posible con su esposa para reparar el daño que causo...-

-No tenemos una cita desde hace más de un año...- miro rápidamente la cara de la azabache sin que esta se diera cuenta pero pudo notar algo de nostalgia y tristeza... el rubio sintió una punzada en su corazón al notar la mirada distante e ida de su esposa, la mantuvo por mucho tiempo olvidada y descuidada, las cosas que soñó lo había traído a la realidad, asi que haría una promesa de no dejarla nunca más sola y si alguien quisiera entrometerse entre su relación no lograría su objetivo...-

-Pues el tiempo se acabó... ¿ Quieres tener una cita conmigo?...- el rubio se colocó al frente de su esposa antes de que le abriera la puerta del auto, las mejillas de la azabache estaba llenas de un lindo y tierno carmín suave, su pequeña mano estaba siendo sostenida por la mano de su esposo quien esperaba la respuesta de su esposa, pero como se tardaba en responder el rubio se estaba poniendo ansioso y nervioso, quizás no fue una buena idea de pedirle una cita a tu esposa teniendo en cuenta que por mucho tiempo la trataste como si fuera cualquier persona viviendo en tu casa... poco a poco el rubio se fue irguiendo algo cabizbajo... era más que comprensible que no aceptaría... eso fue lo que pensó el rubio...-

Miraculous Ladybug: No Sabes Lo Que Tienes Hasta Que Lo Pierdes [En Maratón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora