Capitulo 1. Un día de mierda.
Como bien dice el titulo con el que nombró su desgracia. Hoy fue un día de mierda. Nada salió como quiso, y cuando por fin sintió que pese a las malas circunstancias las cosas saldrían bien al final, una bala de realidad impactó en su frente y le dejó un hoyo donde pasaba el aire tranquilamente en su cabeza, recordándole lo iluso que era. No solo estaba ese hoyo en su cráneo partiéndose de la risa de su mente ingenua, también estaba un agujero en su corazón, uno que punzaba y sangraba de dolor, ira e impotencia, el cual se acrecentaba cada vez peor al rememorar una y otra vez todo lo que pasó que lo tenía ahí lamentándose como un miserable.
Solo, aislado, con el ocaso y las olas rompiéndose hasta llegar en forma de espuma a la orilla, cerca de sus pies pero nunca tocándolo, como si repeliera la pureza del agua marina, dejó escapar un suspiro burlesco, notándose el aire irónico en esa exhalación. Al parecer, hoy, repelía con la fuerza de un enorme imán todo a su alrededor, incluyendo a la suerte y a la gente.
Miro aquellas olas, aparecer y extinguirse dando como resultado una fuerte brisa fresca y ese olor tan peculiar suyo que era agradable, aunque hoy solo le sabía amargo. La arena cerca de él, dura, no le daba ni un poco de calor como antes, es mas juraría que tenía el trasero congelado aunque estaban en pleno verano. Y ahí estaba él, solo, en una hermosa playa, en vacaciones, completamente devastado.
Que complicada podía ser la vida. Que magnitud puede ser el golpe de la decepción y el abandono. No podía ser más perfecto ese día, nótese el sarcasmo.
Rechazado, humillado, dejado y abandonado ¿Qué más podía pedir? Si le entregaron el juego completo del fracaso. El perfecto plan para que tu vida y tu mundo se desmoronara en unos segundos. Se permitió reírse un poco de aquel cruel destino que le toco. Igualmente nunca fue un tipo muy afortunado, la verdad aun no sabía cómo era que en los negocios le salieran excelentes y su vida era una cagada total.
Si, la vida puede ser muy graciosa a veces. Cada vez mejoraba un poco más cuando de girar la ruleta se trataba. Jamás sabrías que te depara, y a él le toco perderlo todo. Perdió todo por ser egoísta y quererlo todo, de asegurarse todo, de buscar felicidad. Si lo pensaba mejor, tal vez había sido precipitado, tal vez ella no estaba lista. Tal vez, solo tal vez, la había presionado. Pero cuando recordaba todo aquello, sumándole los recuerdos de antes, no tenía ningún sentido.
¿En qué se equivoco para terminar así? ¿No había hecho lo que ella deseaba? Debía reconocer que hasta ella había esperado ese momento. Entonces... ¿Qué pasó?
- Solo soy un hijo de puta - Se apretó con sus manos el rostro queriendo despejar un poco la frustración y el dolor que sentía. Culpándose, necesitaba culpar a alguien, y como seguía siendo tan imbécil, no podía culparla a ella.
Libero un graznido de hastío y oculto su cara en sus brazos y rodillas. No quería ver a nadie más, ni al sol que cada minuto se ocultaba mas en las aguas y que pronto lo dejaría en la obscuridad.
Se lo merecía.
Cuando volvió a levantar la cara, ya casi no había luz. Solo faltaba un poco para que el ocaso llegara a su filo para desaparecer y darle paso a la noche. Suspiró e inconscientemente saco un objeto de su bolsillo. Miro aquella pieza metálica en su mano con pesar y sueños rotos. Cerró los ojos y apretó con fuerza aquella cosa.
Inhaló aire y levantándose decidido, estando muy pero muy frustrado y molesto consigo mismo y con la mierda de día que se cargo hoy, alzó su mano para de una vez lanzar aquel objeto lejos de su vista y nunca volver a verlo o siguiera tener algo similar cerca de él, nunca más.

ESTÁS LEYENDO
Ruleta del Destino.
RomanceSasuke Uchiha ha decidido dar el gran paso que todo hombre debe hacer para tener un futuro, una vida, una familia y ser feliz. Todo paso que todo hombre espera, planea y teme, pero igual hace. Pedir matrimonio Plenea todo minuciosamente. Lamentablem...