Capitulo 3. Un nuevo día de problemas.
Naruto comenzaba a replantearse esto de ser un buen samaritano. Por ser curioso se metió en problemas por un pez y un anillo, por ser despistado un idiota casi le roba la bici con el paquete para el nieto de Chiyo y ahora porque era muy buena persona, se estaba por ir a Tokio a devolver un maldito anillo. Si, definitivamente estaba loco. Naruto estaba vestido casual. Unos jeans marrones verdoso, unos tenis blancos y naranjas, una playera de mancar tres cuartos también naranja con una estampa de tigre y un chaleco que combinaba con su pantalón. Una muñequera negra y un collar con una piedrilla verde agua eran sus accesorios.
Miró su boleto, ya solo faltaba veinte minutos para que saliera su tren, y su acompañante no llegaba. Le pidió a varios de sus amigos acompañarlo en esta travesía, pero muchos no pudieron por compromisos previos, al que logro convencer fue Deidara. Ambos pidieron permisos en sus trabajos para ausentarse un par de días e ir a devolver el condenado anillo, Dei esta vez no se lo perdería.
Volviendo al tema, Naruto comenzaba a arrepentirse un poco. Saco el anillo y volvió a mirar el grabado <No. No puedo echarme para atrás. Seguro el señor le alegrará de verlo> y ese pensamiento le daba ánimos para no retroceder a su palabra.
- ¡Naruto! – Dei había llegado. El rubio mayor llevaba una playera roja de manga larga arremangada hasta el antebrazo, una chaquetilla color negro, unos jeans azul fuerte y unas zapatillas Vans azules opacas y cordones blancos.
- Dei-chan – Le saludo feliz – Que bueno que llegaste. Gracias de nuevo por acompañarme – Le sonrió agradecido.
- No hay problema tonto. Serán unas lindas vacaciones. Ya que tenemos un par de días en una misión que nos llevará media hora en ese lugar – Naruto rió. Era verdad. Era llegar, darle el anillo e irse. Ninguno esperaba ninguna recompensa o algo, un gracias sí, pero no quería nada, ambos eran del trabajo duro.
- Mira, ahí viene nuestro tren – Dei llevo su mano a la frente como visera y sonrió abiertamente.
- ¡Sí! Que emocionado estoy – No pudiendo esperar.
Ya ambos estaban en el tren, disfrutaban del paisaje y platicaban de todo un poco. Nunca se quedaban sin conversación, salía de la nada cosas improvisadas o se acordaron repentinamente. Naruto y Deidara tenían esa química de hermandad muy fuerte, también tienen sus peleas y eran fuertes, pero su amor por el otro siempre era más que el orgullo, así que terminaban reconciliándose.
- Tengo hambre-ttebayo – Escuchando el gruñir de su estomago.
- Bueno ya es pasado el medio día, también tengo mucha hambre ¿Qué dices, comemos? – Le pregunto divertido mientras el estomago de ambos donceles competían por ver quién rugía más fuerte.
- Eso ni se pregunta – Sonrió el ojiazul.
- Como hay que ahorrar nuestro dinero, preparé unos bentos – Los ojos del menor brillaron.
- ¡Eres el mejor Dei-chan! – Cayéndosele la baba al ver las cajas con la comida.
- Cierra la boca que pareces ostra – Cerrándole la boca de sopetón – Que modales chiquillo.
- No empieces – Haciendo un puchero.
- Yo no empiezo – Imitando al menor y haciendo un mohín, la verdad era que ambos eran muy infantiles a su manera. – Mejor comamos bobo – Sonrió ya restándole importancia.
Mientras comían Naruto pensó un poco.
- Es verdad. El día de la playa ya gaste lo de la semana. Tengo que ahorrar para esto, economizar. – Dijo cabizbajo lagrimeando.

ESTÁS LEYENDO
Ruleta del Destino.
RomanceSasuke Uchiha ha decidido dar el gran paso que todo hombre debe hacer para tener un futuro, una vida, una familia y ser feliz. Todo paso que todo hombre espera, planea y teme, pero igual hace. Pedir matrimonio Plenea todo minuciosamente. Lamentablem...