Ruleta del Destino.

T.2. Capitulo 7. Sortear.

T.2. Capitulo 7. Sortear.

Naruto, sentado en el borde de la cama, no dejaba de intercambiar las miradas entre el reloj despertador y la puerta de su habitación. Eran las 6:40 y del otro lado de puerta de su habitación estaba el demonio que lo metió en uno de los líos mas grandes que tuvo, como bien el lo llama, que era su "prometido" de mentiras.

Ya se había hecho a la idea que se había involucrado en una estupidez por idiota y que aun así no debía ni podía ir a denunciar que estaba siendo chantajeado por dos factores importantes. Primero, aquel tipo que estaba en su sala era un tipo influyente y tenia poder y dinero, nada bueno salía de meterse con gente así como bien muestran las noticias y los dramas. Segundo, ya le había mentido en toda la cara a toda la familia Uchiha, no los conocía pero una cosa es segura, si son familia van a estar juntos y si ya enfrentarse a uno era malo hacerlo con el combo completo seria verdadero infierno; además que ellos tampoco merecían ese escarmiento. Mejor se apegaba, como ya lo había dicho desde el principio, a su maldito trato y a su palabra.

Largó un pesado suspiro, no podía quedarse en cama aunque quisiera, debía ir a trabajar, además, un invitado es un invitado. Levantándose se estiró, hizo crujir varios de sus huesos, se palmeó la cara buscando motivación para ese día y emprendió marcha.

Sasuke estaba sentado en su escritorio donde firmaba papel tras papel. Al principio lo que comenzó siendo unos pocos documentos se le iban agregando más y más, llegando a ser una pila, luego dos de diferente tamaño, luego iguales, luego ya había tres, cuatro, cinco, seis pilas hasta que ya no había más espacio en el escritorio y empezaron a acumularse en el suelo rodeándolo. Aun siendo presionado de esa manera Sasuke seguía imperturbable llenando y llenando, firmando y firmando, leyendo y leyendo aunque no hubiese nada legible en esos trozos de papeles. Hubo unas pocas frases y palabras en algunos de esos escritos que se podían distinguir, como "Tú hora", "Solo", "Infeliz", "Vacio", "Entregarás todo", "No hay salida, no hay escape". Incluso algunas frases eran llegaban a ser escalofriantemente amenazantes, pero el moreno no prestaba atención y continuaba en la labor como si fuese una máquina. Ni siguiera le importaba como esos papeles, además de parecer ser contratos en donde él otorgaba plena autorización para destruirlo, le despojaban poco a poco de su alma. Su alrededor se volvía cada vez más pequeño y obscuro.

Pero, ya no le importaba en absoluto.

Las hojas se hacían más pero él seguía análogo, en ese obscuro lugar, donde estaba rodeado completamente de vacío...

Como tenía que ser...

Como se lo merecía...

¿Verdad?...

- ¿Verdad?... Sasuke-kun...

Unos brazos femeninos lo envolvieron. El aura a su espalda se hizo rancia, fría y emanaba peligro, aun sabiéndolo se dejó envolver aceptando aquella presencia maligna sellando su destino. Una risa fina y escalofriante se dejó oír cuando una de las manos llegó a la frente de Sasuke y alzó su vista que hasta ahora estuvo en trance haciendo su trabajo.

Su rostro estaba demacrado, sus ojos muertos con obscuras y grandes bolsas bajo ellos, piel enferma, labios entreabiertos agrietados donde se expresaba una mueca afligida, cansada y derrotada. Esta mueca que lenta y dolorosamente iba girando en su eje para formarse una siniestra sonrisa rota donde brotaba un liquido denso y negro. Sus hombros cayeron sin fuerza desencajándose de sus uniones, de sus ojos sangraron un espero liquido y sin descanso los globos oculares cayeron a la mesa; uno se derritió goteando por el borde de la mesa y el otro se desinfló. Su cara quedó con esas dos cavidades vacías, obviamente quedándose ciego y aun así, sin dejar de trabajar, con esa forzosa y horrible sonrisa aceptaba todo.