Confesión

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Eddi llego con su mejor amigo Ronald el cual lo acompañaba desde la primaria, era un chico robusto casi de su altura, tez blanca y un genio en eso de las computadoras segun la percepción de Eddi.

- Le diré, no me importa tenga novio lo haré.
- Éstas seguro sea buena idea. Dijo su amigo
- No lo se pero debo hacerlo.
- Pues que sea lo mejor.
- Gracias amigo, no se que haría sin ti.
- No mucho, pero ahí vamos.

Al día siguiente, Eddi con la motivación de parte de su amigo y todo lo que había pensado se acercó a ella.

- Hola, ¿Madelyn como esta hoy?, con nervios y solo podía ver sus ojos hermosos
- Hola, pues muy bien contestó con una sonrisa sutil
- Eso me alegra.

A pesar de estar en el salón, él sentía que solo ellos estaban ahí.

- Gracias y ¿usted cómo esta?
- Algo nervioso.
- Enserio y ¿porqué, si me lo quiere contar?
- Pues, que usted lo sepa es lo más importante.

Ella lo vio seriamente y con mas atención.

- Digame.
- Quiero que pedirle un beso
- Perdone, ten...
- Lo se, pero me gusta mucho y como se que no tengo posibilidad, quiero aunque sea tener eso en mi memoria.

Madelyn lo veía con leve furia por la osadía de la petición, pero fascinada con el romantismo de esas palabras.

- Lo siento, pero no puedo
- Yo lo se, pero no sabe cuanto me gusta.
- Eres agradable, pero no puedo.
- Esta bien, solo me alegra haber podido decirle cuanto la quiero.
- Gracias y me alaga, pero ya tengo a alguien.

Eddi se fue doloroso pero feliz de saber que su amor sabia que él la amaba, y que era obvio que solo era el primer acercamiento, mientras la bella Madelyn solo veía alejarse a quien había dicho tan atrevida pero hermosa petición.

Esa noche Eddi soñó cada instante con ella, imaginando si ella quedó inquieta por la propuesta, o quizá indiferente, la siguiente ves sería mas directo.

MadelynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora