Madelyn

Frente a la biblioteca

Era una tarde de enero de 2015, Eddi había tomado la costumbre de bajar a la biblioteca, ya era una costumbre, está ves iba a buscar un libro recomendado por una compañera de su salón, Los ojos de mi princesa, de Carlos Cuactemoc Sánchez. Justo lo encontró el libro y empezó a leerlo, era fascinante la historia de los protagonistas.

Cada letra de la historia hacía que se cordara de Madelyn, quizá no era una historia de novela pero el sentimiento de él por ella era semejante, en muchas dimensiones. Eddi siguio haciendo esto durante las siguientes semanas. Hasta que un día, justo frente a la biblioteca estaba ella, todo aquel que tenía por ella. El libro había recordado ese sentimiento tan bello que poseía por ella.

- Hola Madelyn.
- Hola Eddi. Ambos fríos al hablar, sin dejar de ignorar todo.
- Gracias por volver a aceptarme en redes.
- De nada.
- Perdón por todo.
- Descuide, yo también lo siento.
- ¿Cómo ha estado, Madelyn?
- Yo bien, y ¿Usted?
- Pues no me quejo.
- Eso es muy bueno.
- ¿Que hace por acá?
- Pues esperando, para ir a mi salón, ahora estudio acá.
- Excelente noticia, éxitos.
- Gracias, siempre tan lindo.
- De eso vivo.
- jejejeje, también algo exagerado.

Eddi y Madelyn se despidieron, y desde ese día tenían conversaciones por mensajes en redes sociales. Era algo que a estas alturas para Eddi era sorprendente, debía jugárse todo por ella, que pasarán 2 años desde que acabó la escuela no quería decir que no podía luchar.

Entre ellos siempre se sentía la misma química, de dos seres hechos para estar juntos, y que por tontos no lo hacían. Madelyn, Dámaris, Dannery eran las conversaciones habituales de Eddi. Kevelyn y Ericka también tenían conversaciones con él, de las cuales salió una salida al cine entre ellos, ya que un Tío de Eddi tenía descuentos por trabajar en un cine.