❀ cuarenta y siete ❀

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[narrado]

Estaba demasiado curá.

Demasiado volá.

Demasiado triste.

No recuerdo así todo, pero igual un poco. La tele se me apagó después de que llegó la Javi a buscarme.

Ahora me desperté en una pieza que no era mía y oh, conchetumare, con otra ropa que no usé ayer.

—¿Javiera? —digo tocándome la cabeza.

Oh, no.

No no no no no. Estoy en la casa del Diego.

Me doy cuenta al ver un marco con una foto de él con el Pipe.

¿Cómo mierda llegue aquí?

La puerta se abre y entra la Javiera con un vaso de agua.

—Hola, borracha. —dice sonriendo de lado.

Solo la miro y trato de tranquilizarme antes de que se me salgan los ojos.

Hermano, tengo que irme.

No puedo ver al Diego, hueon, me niego, ah.

—Me quiero ir a mi casa. —digo en un murmuro antes de recibir el vaso de agua y tomármelo de un trago.

—El Diego esta como loco, me ha hecho venir como 10 veces en 5 minutos pa ver si necesitabai algo. —dice para luego tomar el vaso ya vacío y dejarlo en un mueble.

Puta que es lindo. Para tu vaca, Luciana Flores, tú y él no son nada, y el se comió con su ex.

Debo superar a ese hombre, rai nau.

—¿Y dónde está? —digo cerrando mis ojos con fuerza para luego esconder mi cara entre mis manos.

Eso, Luciana, sigue preguntado por él. bamos vien.

—Abajo en la cocina con el Pipe.

—¿Mi ropa? —digo alzando levemente la cabeza.

—En la silla de allá. —dice apuntando detrás suyo.

—¿Tú me cambiaste?

—Si lo que quieres saber es si aún tienes tu flor, pues sí, aún la tienes.

Gracias señor jesú.

La Zorraviera me trae mi ropa y se queda a la espera de que me cambie.

Me cambio rápidito y trato de arreglarme un poco el pelo y sacar los restos de maquillaje. Me colge la cartera en caso de tener que salir volando, ah.

—¿Podemos salir como ninjas y que el Diego no me vea?

—Yo creo que ya no paso, porque el hueon esta esperando afuera de la pieza. —dice la Javi mirando de reojo hacia la puerta.

Tragame tierra y escupeme en Alemania.

—¿Hice mucho show ayer?

—Te pusiste a llorar y le preguntabai al Diego porque no te amaba. —dice la Javi con cara seria.

NO. MATAO.

Ahora si que me mato.

—Puta que vergüenza. —me tape la cara y solte un pequeño grito de frustración.

—¿Hacemos un perro muerto? —dice la Zorraviera sonriendome levemente.

Gracias por existir, Javiera.

Ya si igual estaba molesta porque salió con el Diego, but sé que no me llevo porque era de la Dani.

Así que la Javi y yo estamos tratando de recuperar nuestra relación, ah.

—Yo le digo que todavía no despertai y tú te tirai por la ventana.

Me asomo por la ventana del Diego y cacho la media caída.

Rip yo.

—Moriré en el intento. —digo antes de sacar una pata por la ventana.

La Javi sale sin abrir mucho la puerta y puedo escucharla diciéndole al Diego que estoy durmiendo.

Miro pa abajo de nuevo y tomo aire antes de sacar la otra pata, miro y veo esta huea por donde cae el agua cuando llueve.

Me agarro de esa huea y me lanzo a la vida.

Adiós vaquero.

Y adivinen po, me saque la cresta.

Me mire y vi la mea raspada que me deje en la rodilla.

Puta oh, esta huea arde.

—No llori. —me digo antes de levantarme y empezar a caminar pa irme a mi house.

Espero escondida a la Zorraviera que sale de la casa echa un peo.

—¡Corre, hueona, el Diego cacho que te tiraste! —dice agarrándome de la muñeca pa después arrancar conmigo.

Somos las medias ninjas, ah.

Nos vamos caminando medio rápido y antes de dar vuelta pal paradero se me ocurre mirar para atrás y veo al Diego parado, y puta se me rompió el corazón.

Él nos miraba con su mirada triste y ojeroso.

Me detuve y la Zorraviera me quedó mirando.

—Lo quiero tanto. —murmuro viéndolo.

La Javiera me abraza por los hombros y se acerca a mi oído.

—Ve con él.

Pero yo soy hueona y me fui.

Me fui, porque soy cobarde.

No estoy preparada para que me rechace, no aún.

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