❀ cuarenta ❀

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[narrado por Javiera]

Luciana conchetumare dale la pasá al Diego, rai nau.

—La Dani llego ayer a mi casa. —dice la Lu picoteando su pancito con queso.

No no no no no no. Eso si que no.

—Me explico todo y dijo que quería terminar con la Romina y terminar con todo eso de la apuesta. —dice frunciendo su ceño y ladeando levemente la cabeza, como si estuviera reflexionando las posibilidades.

—No. —digo molesta.

—Déjame terminar po. —dice frunciendo el ceño.— Me pidió perdón y que lamentaba mucho haberme mentido y esas volas.

—No. —repito cruzándome de brazos.

Me mira mal y le alzo una ceja.

Ni conchetumadriando la dejo volver con esa mina.

—Bueno la cosa es que le dije que me gusta alguien más, ella me pregunto si era el sanwichito de palta y yo le dije que no era de su incumbencia. —se encoge de hombros y lleva un pedazo de pan a su boca.

La Luciana es tan ahueoná a veces, si no es porque le prometí al Pipe no decir nada, la Luciana ya sabría lo que el Diego siente por ella.

La Luciana ya sabría que todos los palos del Diego son pa ella.

—Y después se fue, literalmente ya se acabo todo con ella... eso ya esta muerto. —dice y se encoge de hombros.

¡Via' Chile, conchetumare!

Si yo eduqué bien a mi ñatita.

—¿Y el Diego? —digo tratando de darle el paso para que ponga su interés en él.

—¿Qué tiene el Diego? —frunce el ceño.

Ay, diosito, iluminala o eliminala.

—¿Amiga, por qué eri tan ciega? —digo parándome y saliendo de la sala.

Soy demasiado dramática pa' mis hueas, sori.

Camine hacia la sala de los gemelos huaren y entre como si la huea fuera mi casa. Igual nadie me decía nada porque sino les pegaba un combo en el hoci.

—Mira, Diego, o te la jugai con la Lu o yo le presentó a otro hueon. —digo apoyándome en la mesa al frente del Diego.— Es el primer y único aviso.

Me acomodo el jumper y me voy de nuevo.

Me encanta dejar a todos en suspenso.

Y como ya me fui de todos lados me viro al casino a ver si la tía me regala un súper 8.

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