Verónika Corona era conocida en su entorno como "Veka". Estudiaba en Pozuelos y vivía en el mismo sector. Había llegado al último año de bachillerato.
Zoraida Lara y Yovanny Corona son los padres de la chica. Ambos la describieron como alguien dedicada a su casa. No era muy de salir por ahí como otros jóvenes de su edad. Si salía, siempre era para algo específico y puntualmente ya estaba de regreso a su casa.
El 31 de enero de 2018, algo de esa rutina vital se alteró: esa tarde, ella salió al centro de la ciudad con el fin de ver el precio de unas telas, las cuales emplearía para confeccionar un vestido que usaría en la fecha de su graduación como bachiller. Ese día no fue acompaña de sus padres, lo hizo sola y prometió que antes de las 4:00 pm retornaría a su casa. No regresó.
Luego de esa diligencia, ella decidió ir al Paseo de la Cruz y el Mar (antiguo Paseo Colón), justo al restaurante de comida rápida Arturo's. Allí, se citó con un amigo suyo: José Javier Barreto Curbata (23 años).
Supuestamente, el chico se iría del país, tal cual muchos venezolanos lo están haciendo debido a la crisis gubernamental, política, económica y social que se cierne sobre el país y que se va agravando con el paso de los días.
Ella al parecer había planeado el encuentro, pues tuvo tiempo de elaborar una carta de despedida para José Javier. Él la toma, y luego ambos se despiden. Aquí es donde comienzan las horas de terror tanto para "Veka", como para la familia de la chica.
La puntualidad no es precisamente un bien activo de la sociedad venezolana, pero Verónika, si decía que estaría en un lugar a cierta hora, lo cumplía. Al menos esto decían los padres para hablar ante la prensa sobre algunas de sus cualidades. Esto fue lo que les permitió detectar que algo no estaba bien con la ausencia de ella en el tiempo pautado.
Pasada más de una hora, al no tener noticias de ella, la señora Zoraida Lara comienza a llamar a su hija, pero no contesta. Hizo varios intentos, hasta que por fin la chica contestó. "Mamá. Todo estará bien, te quiero mucho", ha sido lo que alcanzó a decirle la adolescente a su madre, pero ella no se convenció de esto.
El tono tan nervioso con el que ella habló, el notar que alguien le había arrancado el teléfono, encendió todas las alarmas en la familia: algo le pasó a "Veka". Su ausencia era cada vez más prolongada y los familiares fueron hasta el mismo centro de Puerto La Cruz, donde dijo que estaría.
Ellos encontraron a Barreto llorando en la calle, pues este les dijo que "notó" la desaparición de la joven. Él, y una amiga de nombre Verónica Cedeño, la "buscaban" juntos en las calles de ese casco central. Las sospechas emergieron, pero supieron mantenerlas ocultas.
La desaparición de Verónika estaba en el tapete, a la par de los rumores de raptos. Algunos, incluso, la implicaban a ella. Hubo gente que dijo que la hallaron muerta y sin varios órganos vitales. El Cicpc desmentía estos rumores a diario y se apoyaba con lo que la prensa recabó.
Y estos rumores no eran los únicos. Hubo unos reservados para la propia familia, por lo que la señora Lara pudo describir. Llamadas llegaban constantemente, alegando que Verónika ya no estaba en el país, que se había ido a México y otros les decían que dejan de buscarla o la matarían. Posiblemente, muchos de estos mensajes se terminaron difundiendo en redes sociales, haciendo que la paranoia fuese colectiva. Un probable punto a favor de quien tomó a Verónika a la fuerza para despistar.
La angustia de la familia Corona Lara creció como si de echar combustible al fuego se tratara. Ellos también tuvieron que salir al paso de los rumores y encomendarse a lo que fuera que se encomendaran para intentar encontrar la paz mental que desde el 31 de enero de 2018 les fue arrebatada.
Esto también motivó varias protestas de calle y pancartazos de la familia y allegados de la chica. Cuando se manifestaron, se reunían frente al edificio del Ministerio Público en la ciudad, que normalmente es el punto donde toda actividad de este corte suele tener.
Todo esto se volvió una especie de rutina... que acabó la tarde del 6 de febrero de 2018; seis días después de haber empezado todo. Veka apareció, muerta.
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Las letras de la muerte
Non-FictionCaso real. Este es una compilación de los sucesos que llevaron al asesinato de Verónika Corona (16) el 31 de enero de 2018. Su homicida es José Javier Barreto Curbata (23 años para ese entonces), quien tenía una cuenta en Wattpad y, de hecho, había...