Y por supuesto el dedo de Jane.
Lo había comprobado al acostarme. No tenía nada. Ni siquiera una cicatriz o una piel muerta sobre el dedo incriminado.
Arranque y deje atrás la casa en el retrovisor con un alivio proporcional a la distancia que se abría entre la Puerta-T y yo.
Algo no iba bien. Seguro. Un vez en la autopista,intente tranquilizarme diciéndome que la puerta quizás se contentaba con regenerar el cuerpo y que,al fin y al cabo,quizás se trataba de un efecto secundario completamente genial. Salvo que suscitaba una pregunta primordial en mi.
¿Era realmente Jane y los gemelos los que estaban conmigo,en el coche?.
¿O eran copias de seguridad?.
Tenia la intención de llevarles a un hotel de lujo,de tratarles bien antes de abordar la cuestión con toda tranquilidad. Después,ir a dar una vuelta al centro médico más próximo del hotel para confirmar que todo iba bien. Un simple chequeo para calmar s papá paranoico. Me daba cuenta de que "copias"o no,no tenía de todas formas otras opciones por el momento. A menos de que me detuviera en una gasolinera, encontrará un hacha y corriera detrás de ellos para cortarles en pedacitos. Me entró un risa nerviosa,lo que me valió una mirada interrogante por parte de Jane.
No,Yo,Jack,nunca haría daño a mi familia,copia o no.
Cada cierto tiempo,echaba un vistazo por el retrovisor para asegurarme de que los niños iban bien. Merry miraba hacia fuera,Terry amaestraba un cachorro en su vídeojuego. Jane estaba inmersa en su ordenador trabajando en un informe. Todo era normal. El único que no era normal en aquel vehículo era yo. Me calme y decidi concentrarme en la carretera.
Tuvieron que pasar cinco horas de viaje y una hora de descanso para la comida para que mis primeros temores me estallaran en la cara.
Terry enfermo. Después Merry. Jane me confesó no sentirse bien.
Probablemente la comida que tomó una hora antes. Paré el coche en la primera área de descanso disponible y deje seguir su curso a la naturaleza. Cuando todos se montaron de nuevo estaban uniformemente pálidos. Los gemelos se desabrocharon el cinturón de seguridad para acercarse el uno al otro. La imagen era tierna,pero para mi,era terrorífica. Tenia la impresión de verles morir. Jane no se encontraba especialmente inquieta. Para ella,los culpables eran el viaje y la comida. Pero no se puso de nuevo con su ordenador sino que se contento con tratar de dormir.
Caia la noche cuando aparque delante del hotel. Suavemente desperté a los niños y a Jane. A pesar de su estado,ella llevaba a Terry. Yo cogí a Merry hasta la recepción y luego hasta la habitación. En cuanto llegamos,acosté a todo el mundo y llamé a un médico. No era verdaderamente el orden que había provisto,pero la palidez de los gemelos me preocupaba. Jane no estaba mucho mejor. Si era una intoxicación alimentaria era fuerte y yo me había librado.
Una hora más tarde,una doctora auscultaba a Merry y le levantaba el pijama.
En su espalda le habían salido grandes manchas rojas. Lo mismo en el caso de Terry y un principio de enrojecimiento sobre la de Jane. La doctora me examinó por precaución pero yo estaba sano. Se marchó pidiéndonos que nos pasaremos por el hospital a la mañana siguiente a primera hora para unas pruebas más exhaustivas. Excluyó de inmediato la intoxicación alimentaria,pero rehusó adelantar un diagnóstico sin saber algo más.
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