EckoSolté una risa al ver la cara de desagrado de la rubia. Sonreí satisfecho, mi trabajo estaba funcionando.
Con sus dos manos en mi pecho, empujo para atrás de forma brutal.
— ¿Por qué me trajiste acá? — escupió con enojo.
— Vamos a desayunar amor — le mostré una sonrisa fingida.
La gente a nuestro miró la situación que Luz estaba causando.
— ¿Amor? — llevo una mano a su frente e insultó en voz baja — Ah no, no puedo con esto.
— Vas a entrar ahora mismo — apreté mi mandíbula, marcando cada palabra.
Blanqueó los ojos y caminó hasta la puerta del bar. Al abrirla, miró hacía mí e hice una seña para que siguiera caminando.
Me senté, después de ella, en una mesa de dos.
La ví despegar su vista de mí y recorrer el bar, buscando algo.
— Ya no trabajabas más acá — informé, apoyando mis codos a la mesa.
— ¿Que? — preguntó incrédula.
— A partir a de ahora no vas a trabajar más.
— ¿Es algún tipo de broma? — guardé silencio y se incorporó, golpeó la mesa con ambas manos y me señaló — ¿¡Que te pasa!?
Ladee mi cabeza, ignorandola.
— Te estoy habland-
— ¿Luz?
Otra sonrisa brotó de mis labios.
— ¿Facu?
El castaño se acercó a la chica y la abrazo.
— ¿Estás bien?
— Si, lo estoy — le sonrió.
Él chico miró por arriba del hombro de Luz y apretó su mandíbula al verme.
— ¿Que hace esté acá? — exclamó con bronca — ¿Te hizo algo?
Ví a Luz girar su rostro y negar con la cabeza.
— Esta todo bien — murmuró en voz baja — Yo...
Dejó de hablar y volvió a mirar a su compañero.
— Luz.
— Él... uhm, es mi novio.
ΠΠΠ
Los dedos de Luz golpeban la mesa rápidamente. No había tocado el desayuno desde que su compañero la trajo. Cada cinco segundo miraba el reloj en su muñeca y suspiraba.
Observé su rostro, tenía unas lindas fracciones. Tez blanca, ojos verde oscuro, algunas pecas resaltaban en su cara y los labios de color rojo intenso. El flequillo corto rubio ocultando su frente y su cabello llegaba hasta un poco mas de los hombros.
Baje mi mirada hasta su comina y señale.
— ¿No vas a comer?
— Se me fue el hambre — recostó su espalda al respaldar de la silla — Quiero ir a dormir.
— Otra cosa que no va a poder ser.
— ¿Ahora vas a manejar mi vida?
— No tan así pero es por el bien de todos.
La escuché reír irónicamente.
— ¿Por el bien de todos, o mejor dicho, por tu bien?
— Si, puede ser.
— ¡Me secuestraste, hiciste que déjase de trabajar, me estás prohibiendo lo que quiero hacer!
Bufé cansado.
— Si no te callas ahora mismo, te voy a callar a la fuerza — amenacé serio.
— Todo con violencia, se nota que nadie te enseñó a ser tolerante y comprensivo.
— Te voy a decir una sola cosa — apunté — No me hagas enojar, no vas a querer conocerme cuando se me colma la paciencia.
— Me quiero ir. Ahora.
Saqué la billetera de mi bolsillo trasero de mi pantalón y puse el dinero en la mesa.
— Levántate, vas a caminar afuera y vas a esperarme. Que no te pase por esa cabeza irte, ¿quedó claro?
Asintió. La ví alejarse y salir del lugar. Visualice desde la barra a Facundo, preparando un café, me acerqué.
— ¿Que querés?
— Todavía tenés un plazo para pagar lo que debes, de lo contrario... bueno, sabes lo que pasa.
— Ya hablé de eso con la chica — arrugó la nariz — ¿Que pasa con Luz?¿Que hiciste con ella, después de llevartela de acá?
— Algo que no debería de interesarte, ocúpate de lo tuyo qué yo me ocupó de lo mío — le guiñe un ojos.
Salí del lugar con una sonrisa. Tenía que destruir a ese hijo de puga.
Mi sonrisa fue desapareciendo cuándo no ví rastro alguno de la rubia. Ahogué un grito de furor y corrí a buscarla.
Tenía que encontrarla.
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CRIMINAL → Ecko
FanfictionTodos cometemos errores. Ecko sólo hacía lo que debía aunque personas saldrían perjudicadas.