Nudo I

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Hace tanto tiempo que no escucho tu voz que creo oírla en cualquier lugar, no necesito seguir fingiendo que soy de piedra, que no me afectas, sigues doliéndome tanto como el primer día, cuando te llevaste todo cuanto tenía, hacías tan fácil la posibilidad de regalarte todas y cada una de mis piezas, que nunca imaginé volverlas a necesitar, y ahora tumbada en ningún sitio se me clavan los segundos como astillas en el pecho, no puedes imaginar el dolor que he conseguido exprimir de cada recuerdo, no puedo seguir con esto, hace demasiado tiempo que me desintegro.

Cartas de Monica GaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora