«El amor de una hermana».

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Después de aquel momento entre ambos niños, en los recuerdos de Taichi, los dos, Natsumi y él pensaron que todas sus discusiones habían llegado a su fín. Pero por desgracia, eran todavía unos niños, los cuales les costaba expresar lo que de verdad sentían sobre el otro, dado que no comprendían la importancia de saber discriminar aquello que se encontraba en su interior, después de todo, ser sinceros, y poner en orden tus pensamientos, junto a tus sentimientos, siempre era dificultoso. Aunque en este instante, eso no importaba, ya que los niños debían afrontar la realidad y encontrar al noveno niño elegido.

-Nat-chan, no te preocupes-habló Mimi-Taichi-san suele se un bocazas sin remedio, estoy segura de que él no quería decir aquellas palabras.-la del sombrero rosado observaba a su nueva amiga con tristeza, se sentía inútil al ver que su intención de socorrer a Natsumi se veía rechazada ante una mirada perdida.

-Natsumi, digan lo que digan, tú y yo somos familia.-la mencionada miró a su hermana la cual, observaba al frente, ella no lograba ver el rostro de Sora, pero sentía que estaba enfadada, no entendía todavía el porqué, pero ella lo sabía.

-¿Chicos? ¿Escuchan eso?-la voz de Takeru atrajo la atención de todos, observando a su alrededor, los restantes imitaron al menor buscando el foco de aquellos sonidos.

-¿Eso son gritos?-preguntó Yamato algo desconcertado, Joe estaba de los nervios corriendo de un lado a otro asustado.

-¡Miren eso! ¡Es enorme!-exclamó el muchacho, parecía tener un irremediable ataque de pánico y no era de extrañarse.

-¡Es un elefante!-exclamó Takeru con admiración, el experto informático observó al ''gran animal''.

-Es un mamut, o por lo menos se asemeja a él.-dijo Koushiro intentando mostrar calma, aunque la de cabellos anarajandos podría haber jurado ver una gota de sudor caer de su frente.

-Así que ellos están tomado las riendas ya.-susurró Natsumi mientras observaba al enemigo, Sora la observó por un instante.

El ''elefante'' destrozaba todo lo que pisaba, aparecía o se encontraba en su camino. Simplemente era una gran mole de destrucción que creaba caos, provocando que todos los trauseuntes corrieran despavoridos buscando un refugio, o tal vez, salvar sus vidas de ser desintegrados por una de sus patas. El animal desapareció entre las calles, mientras que los niños elegidos, detenidos ante el caos analizaban su partida, inertes ante los nervios, a excepción de una persona.

-¡¿Qué hacemos?!-preguntó Mimi asustada mientras agarraba con fuerza su sombrero-¡es enorme!

-Chicos...-Takeru habló intentando llamar su atención.

-¡No lo sé! ¡Pero debemos hacer algo rápido o destruirá la ciudad!-exclamó Yamato con decisión.

-Hermano...-todos ignoraban la llamada de Takeru, el cual comenzaba a preocuparse por la situación.

-Debemos esperar por Taichi-kun, no podemos separarnos por muy duras que hayan sido sus palabras.-comentó Joe, Sora giró su cabeza.

-¡¿Qué?! ¡Ni hablar!-exclamó Sora enfada mientras cerraba sus puños con fuerza, Mimi sostuvo sus hombros-¡él no tiene ningún derecho!

-¡¡Chicos!!-todos observaron al menor del grupo sorprendidos-¡Natsumi-chan se ha ido!-al instante palidecieron, Taichi el cual se había quedado atrás durante unos minutos, logró alcanzar al grupo, parecía a ver estado dando vueltas por la zona, estaba completamente sudando por la carrera que había hecho intentando encontrar a sus amigos.

-¡Chicos, lo siento!-Sora comenzó a correr, evitando al líder del grupo-¡hey, Sora!-exclamó el muchacho al ver su reacción.

-¡Taichi-san, Natsumi se ha ido!-todos habían comenzado a correr, mientras Koushiro le trasmitía la noticia, Taichi frustrado gritó e imitó la acción de los demás, comenzando a correr.

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⏰ Última actualización: Aug 22, 2024 ⏰

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▎DIGIMON ADVENTURE - CHUSEI  ▎🆃🅴🅼🅿🅾🆁🅰🅻🅼🅴🅽🆃🅴 🅳🅴🆃🅴🅽🅸🅳🅰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora