▎DIGIMON ADVENTURE - CHUSEI ▎🆃🅴🅼🅿🅾🆁🅰🅻🅼🅴🅽🆃🅴 🅳🅴🆃🅴🅽🅸🅳🅰

«¡Etemon, la gran entrada del mal!»

Gennai un misterioso anciano, les habló del Continente Server a los niños, con solo el objetivo de encontrar las medallas y emblemas se dirigieron hacia allí. Confiando en él, los niños abandonaron la Isla donde se inició su aventura. Whamon les confesó a los niños que algo había sido escondido por Devimon bajo el mar. Al enterarse de ellos se adentraron en el lugar haciéndose así con las medallas después de haber derrotado a su guardián, Drimogemon.

Taichi se encontraba observando el mar en busca de la imagen del Continente Server, con la vista puesta en él despertó a todo el grupo. En un instante ya habían llegado al lugar nombrado, Mimi que no quería bajar fue lanzada desde el lomo de Wahmon llegando hasta Koushiro -cayendo encima de él-. Los niños se despidieron del digimon y comenzaron a adentrarse en el Continente aún sin explorar. Un ardiente desierto se hacía presente ante el grupo de niños, los cuales se encontraban realmente cansados. Agotados, comenzaron a hacer los ya conocidos comentarios por cada uno de ellos enfocándose en el cansancio. Hasta que Mimi se adelantó junto a Palmon, ya que habían avistado desde lejos la aldea de ciertos digimon -pensando que era la aldea de los Koromon-. 

    Los niños restantes se dirigiendo aprisa al lugar en el que la chica se había dirigido, asustados, porque no lograban encontrarla, comenzaron a investigar en las pequeñas tiendas de la aldea, se introducieron dentro de una de ellas y Sora logró encontrar el sombrero rosado de la jovencita y junto a él unos buenos golpes dirigidos a Taichi y Koushiro los cuales habían encontrado a la chica mientras se bañaba. Ya asentados comenzaron una fiesta junto a los Pagumon, los cuales habían ofrecido su invitación al grupo. Pero ya bien entrada la noche y junto las guardias bajas de los niños. Sin tener mínima sospecha de las intenciones de los pequeños digimon, los Pagumon secuestraron al ya digievolucionado Tokomon y se adentraron entre los bosques.

—¡¿No eran buenos?!— exclamó el pequeño Tokomon— ¡¿Porqué hacen esto?!— dijo mientras los Pagumon lo molestaban con pequeñas ramas, ellos sonreían con malicia.

—¡¡Son unos tontos!! ¡¡Tontos!!— reían sin piedad—Hicimos esto porque evolucionaste, os engañamos, y lo creísteis.

—¡¿Qué están haciendo?!— se escuchó una voz no muy lejos de ellos, los Pagumon se dirigieron hacia la voz —¡Gazimon!— un grupo de tres los miraban con firmeza, su naturaleza en sí ya era agresiva.

—¿De donde sacaron es Tokomon?— preguntó el cabecilla de los tres, los Pagumon parecían nerviosos ante la presencia de los digimon de personalidad altanera—V-venía con un grupo de humanos— ¿Humanos?— preguntó y miró a sus dos compañeros.

Con la orden de no dejar escapar a los humanos, lo Pagumon encerraron a Tokomon en una jaula, la cual se encontraba en una oscura cueva con brillantes ojos rojos que lo observaban desde la profunda oscuridad.

—¡Quien diría que los niños elegidos pasaran por estos lares!—exclamó uno de los Gazimon, otro de ellos se alejó corriendo—¡Iré a avisar a Etemon-sama!— el cabecilla se dirigió a los Pagumon—¡Vosotros no dejéis que los niños escapen! ¡Es una orden!— ¡Si!— asintieron con alegría.

El Gazimon que quería informar al ya mencionado Etemon, llegó hasta su ''humilde'' camión de aspecto llamativo, la frase ''cielo brillante'' se veían escritas con un tono fucsia en un fondo de metal.