Niebla

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Algo se sentía raro. En el ambiente. En la calle. Incluso en su habitación, en la que de pronto empezó a sonar una melodía.

-¿Diga?...Ah! Hola mamá....Si, todo bien......Estoy muy felíz, os echo de menos pero aquí estoy muy contento.....Pues genial, he aprobado todas, creo que ya te lo conté...... Sí, son muy simpáticos, me llaman Jun en vez de Junhui....muy bien mamá, iré a veros el 24..... te quiero, cuídate....

Se levantó de la cama y se fue a mirar por la ventana. El cielo estaba bastante oscuro debido al tiempo. Jun vivía en un edifico de muchas viviendas, en el piso 11B. Que daba a la ciudad.
Lo único que veía en ese momento era esa niebla que se había instalado días atrás y algunos edificios vecinos.

Y fue justo en ese momento en que su cuerpo sintió una extraña sensación familiar y un movimiento entre la niebla.
No atinó a ver que era. Seguramente un pájaro. A esa altura no podía ser otra cosa.

Y otra vez esa extraña sensación que lo llevaba consumiendo desde hacía tiempo...se sentía....raro.
Notaba que había alguien más en alguna parte.
Le dio un escalofrío.

Se fue hacia el baño a darse una ducha caliente.
Cuando terminó, se vistió y fue a sentarse en el sofá del salón.
Puso la televisión y estuvo pasando de canal hasta que se encontró con una peli que no conocía y que podría entretenerle.
Eran las 7:30 de la tarde.

Sin querer se quedó dormido y cuando despertó ya eran las 9:30 pasadas.

Solía comer sano y siempre cocinaba, pero ese día no le apetecía y se dio el lujo de pedir pizza a domicilio. Que tardó media hora en llegar.

Cuando sonó el timbre fue casi corriendo a abrir la puerta, dejando ver a un chico joven, alto y delgado. Con el cuello largo, pelo gris, orejas puntiagudas, pero sin ser llamativas, y con muchos pendientes.

No le había visto nunca, pero nada más cruzar miradas con él sintió algo extraño. Una sensación que se le hizo muy familiar.
Como si le conociese de algo. Como si tuviese que conocerle de algo.

Y sus ojos...había algo en sus ojos...
Era como una chispa y...niebla.

Algo se le hizo muy raro y fue que el chico no dijo absolutamente nada. Además de que posó su mirada sobre él en cuanto abrió la puerta y le examinó de arriba a abajo. Fijándose tambien en el interior de la casa y en cada detalle. Cosa que a Jun le incomodó un poco.

Pero lo dejó pasar, dio las gracias y cerró la puerta.

Siempre pensaba que todo lo que pasa en el mundo son meras coincidencias. Incluidas todas esas cosas raras que le pasaban desde hacía días.

Se comió la pizza mientras veía una peli y cuando terminó recogió todo.
Eran las 12 de la noche aproximadamente.

El era de China y se había mudado con su familia a Corea cuando era pequeño. Y la idea de mudarse a vivir solo a un apartamento para vivir la experiencia mientras iba a la universidad le aterraba. Pero un par de meses después no hacía más que agradecer el haber tomado esa decisión.

Echaba de menos a su familia, pero le gustaba estar solo y hacer lo que quisiese. A parte que podía ir a verles cuando le viniese en gana, no había mucha distancia de una casa a la otra.

Miró el reloj. La 1 de la madrugada.

No le molestaba, eran sus vacaciones de invierno después de haber aprobado todo en el primer trimestre. Pero sabía que a esa hora lo lógico era dormir.

Estuvo un rato más mirando las vistas y luego se metió en la cama.
Se tumbó de la lado mirando hacia la ventana. Podía ver que la niebla había vuelto y proyectaba las luces que daba la ciudad.

My I. Jun y The8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora