Yo me opongo

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Adell.

—Yo me opongo— miré a Tom y rodé los ojos mientras hacia su pose “heroica”.

—Ya te planteates todo lo que puede pasar ¿eh?

—Claro, claro, todo lo que has hecho por ella no será en vano, aunque vendiste tu alma ¿ya sabes cual será tu otro ingreso para cuando vivan juntas?— tomó un sorbo de su café.

—Algo así, la verdad solo quiero sacarla de ese problema y espero que esto funcione.

—¿Cuando?—dijo bajando la taza.

—¿Cuando que?

—¿Cuando vas a actuar?

—En unas dos horas— él se atoró con su propia saliva y empezó a toser.

—¡Wow! Llevas delantera, no me lo esperaba.

—¿Subestimas a tú mariscal?— alce una ceja.

—¡Ah! Vamos eso fue en la secundaria— alce la taza en forma de brindis mientras guiñaba un ojo.

—Espero que no llegues tarde a la boda.

—¡Ja! Soy tú respaldo amorcito— me guiñó.

***

Selena.

—¡Oh! Cariño, te ves fantástica— exclamó mi mamá con alegría mientras veía el vestido de novia que llevaba puesto. Arreglo mi velo un poco y luego su mirada se tornó triste un poco como la mía.

—Lamento todo este lío — lágrimas rodaron por sus mejillas y yo las limpie de inmediato.

—Tranquila mamá, de igual forma los estoy ayudando...

—Pero no eres feliz...

Mi madre llevo la mano a su bolsillo y saco el celular mi padre la llamaba, ella salio de la habitación para hablar y luego unos golpes en la ventana llamaron mi atención, al ver hacia afuera detrás del cristal, contemple a Adell mientras sonreía inmensamente, abrí la ventana con cuidado y fui a cerrar la puerta con llave, al girar me ella se acercaba a mi y me acorralaba contra la pared.

—¿Que haces aquí? Si te ven te meterás en problemas —no parecía escucharme, sus oídos no funcionaban pero, sus ojos parecían estar agudizados y ella estaba analizando y fotografiando el como me veía con el vestido.

—Estas hermosa— susurro eternizando el momento y mirando me a los ojos, se acerco mas, acarició mi mejilla, cerré los ojos ante el acto y disfrute ese beso tan dulce depositado en mis labios, al separarse nuestras miradas se cruzaron.

—Espera me en el altar...— eso me dejo realmente desconcertada, iba a preguntar pero, tocaron la puerta y ella se fue de inmediato.

—Seli...—canturreo una voz que de inmediato reconocí, Jhonatan, respire hondo y abrí la puerta, él sonrió y paso.

—¿Si?— cerró la puerta.

—¡Oh! ¿No puedo venir a ver a mi futura esposa?— yo rodé los ojos.

—Te gusta actuar ¿no?— me cruce de brazos, el bajo la mirada, hizo un puchero y me pego contra la pared colocando una mano en mi cuello causando que me golpeará en la cabeza, gemi de dolor.

—Te recuerdo que si quieres sobrevivir en este matrimonio intacta, deberás obedecerme y seguir la corriente, ¿o quieres ver a tus padres sufrir?— apreté la mandíbula, él se estaba pasando de la raya pero, por el bien de mi familia debía obedecer.

Futbol And LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora