El dije [en Físico]

Capítulo 28

Capítulo 28

Gritó, llena de pánico. La arrastraban, eso era lo que pasaba, pero no podía entender otra cosa. No veía quién la estaba secuestrando de esa forma tan brusca. El aire que tenía en los pulmones se agotaba cada vez que rozaba el suelo y se tragó la tierra y el polvo que se levantaba a su alrededor.

Llegaron rápidamente a las habitaciones ocultas debajo de la iglesia, y cuando vio que se dirigían a la escalera, hizo un nuevo intento.

—¡ZACK!

Flotó por encima de los escalones y antes de que pudiera gritar otra vez, salió despedida a través de la tela de la puerta secreta de la iglesia. Cayó en el suelo, pero ignoró el dolor del golpe. Allí, ante la luz que ingresaba por los vitrales, pudo ver bien que eran los espectros de la biblioteca quienes la arrastraban.

—¡No! ¡Déjenme!

No supo, exactamente, cómo salió de la iglesia. Había más de una sombra sobre ella, acarreándola y envolviéndola. Lo único que oyó fueron cristales rompiéndose encima de su cabeza. Se cubrió los ojos con las manos y, en seguida, cayó en la plaza del pueblo.

Las sombras siguieron tirando, llevándola a través de la inmensa plaza, hacia una de las vacías calles. Se vio inmersa en un Déjà vu. ¿Aquello sería obra de Jude, también?

Cuando estaban a punto de dejar la plaza, Zoey escuchó una voz que conocía, pero que no era la de Zack. Buscó con la mirada y encontró algo increíblemente desagradable.

Adam corría hacia ella.

Zack localizó a Zoey al otro lado de la plaza principal, pero para su desgracia... no fue solo él. Observó cómo Adam corría hacia ella, aunque sin saber si para ayudarla o para dañarla.

—¡ZOEY! —gritó, y cuando ella quitó sus ojos de Adam para verlo a él, sintió satisfacción al ver su expresión aliviada.

Pero la satisfacción se esfumó. Las sombras tiraban de ella y Adam estaba más cerca que él.