el rebaño

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Intente quitarme la vida un par de veces pero nunca pude dejar una marca en mi cuerpo.
Cuando lo imaginaba con la mente más tranquila, mi cuerpo se estremecia por la estupidez que trataba de hacer. Siempre quise saber por que nunca llegaba a ese punto en el de autoflagelarme si ya tenía mi carta de despedida hecha. Pero hoy lo entendí, soy más fuerte de lo que pensaba, quería ser aceptada, quería ser uno más del rebaño, quería tener a un pastor que me ordenara que hacer, quería que me den mi espacio para poder comer mi hierba, quería que alguien me protegiera de aquel lobo que me acechaba cuando me alejaba unos cuantos metros de distancia de los demás. Alguien me dijo que aquél pastor era Dios y aquel lobo el Diablo, este último, sólo quería aprovecharse de mi, para el era exquisito, un bocado de lo mejor del mundo. Y yo me asustaba, le tenía miedo, trataba de estar cerca del rebaño para que no me pasará nada malo, hacia todo lo que me decían ya no pensaba sólo actuaba.
Un día muy soleado sin pensarlo me acerqué al árbol en donde estaba el lobo, el como siempre estaba ahí, más sin embargo no me dio miedo, me dio seguridad, habló conmigo como nadie del rebaño lo hizo, me sentía cómodo. Hasta cuando el me dijo ·Has tratado de matarte varias veces y no lo haz logrado, la verdad es muy simple yo no te dejé.· Me cuestione a mi mismo, y comencé a dudar de todo. ·No dejé que lo hagas porque eres diferente al resto, tu no.perteneces a ese rebaño tan refiinado y estirado, tu eres el.nuevo mundo.

SeelenlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora