[10] Problemas. Parte 2.

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Revise de quién eran las llamadas perdidas.

Todas de mi madre...
Y una de mi padre... Esto demostraba al 100% que estaba en problemas.

Tenía miedo de que podría pasar si iba a mi casa a esta hora o mejor dicho tenía miedo de lo que me esperaba en mi casa.

-¿Te vas?. -Me sorprende Maria detrás mío haciéndome voltear.

Después de hablar con María y que me prestará ropa salgo rumbo hacía mi casa.

Maldeci qué la casa de marcos estuviera tan cerca de la escuela, una vez que espere y subí al colectivo llegué a mi casa.

La miraba y el miedo me detenía, no podia entrar.

Recuerdo que una vez me escape de mi casa, no terminó nada bién aúnque mi mamá no se preocupe por mi y asi es; llamo a la policía simplemente para demostrarme que una simple acción traía muchas consecuencias en ese caso; que todos empezaran a buscarme incluso ayudaron los vecinos para simplemente encontrarme abajo del puente cerca de la plaza escondida como una rata, mori de vergüenza por el escándalo que desató mi escapé.

Desde que soy una niña y tengo memoria mi madre me odia, la única conclusión cercana es que soy una hija no deseada al cual le dan libertad y la llevan a un colegio pago para que no se de cuenta de que la odian pero ¿saben que? Si me di cuenta.

El desinterés de mi padre hacía mí y mi madre mirándome y tratandome mal me dan esa increíble solución a esta maltrató.

Me golpeé la cara con ambas palmas para ponerme mi máscara de chica felíz, talvez solo talvez no me afecte lo que me hagan hay adentro pero la mitad de las veces mi mascara no sirve y me afecta igual aunque la parte de la sonrisa si funciona...la mayoria de los casos claro esta.

Di varios pasos cortos acercandome a la puerta de mi casa. ¿Talvez deba llamarla?. No, no, no.

Finalmente agarre mi celular y utilizando el llavero abri la puerta lo mas silencioso posible, talvez asi pueda atrasar mi inevitable muerte.

Entró pisando como si fuera una pluma, el sonido de la tv me dan la idea de que mi madre esta viendo sus series y eso me relaja un poco, pero para llegar a mi cuarto tengo que pasar por hay... Pero si uso mis talento como ninja nunca estrenadas talvez tenga una posibilidad muy pequeña de que no me vea.

Agarró aire y lo sostengo en mis pulmones para nisiquiera hacer ruido al respirar; me agachó y poniendome en puntillas empiezo a caminar.

Pero eso no dura ni dos segundos.

Escuchó que alguién carraspea su garganta, suelto el aire y me reincorporó volteando para atrás.

-¿Que hacés?. -Dice con una ceja levantada y un vaso de cafe en su mano mirándome fijamente.

-Ehh... -Bien talvez mi sonrisa funcione. -Estaba llendo a mi habitación. -Miro hacía la izquierda y cierro los ojos fuertes por un segundo por las tremendas ganas de golpearme que tengo, le sonrió inocentemente.

Le da un sorbo a su café sin quitarme la mirada de encima, bien esto me esta poniendo nerviosa pero mi sonrisa no desaparece almenos que me tengo piedad.

-¡Nicol!. -Nombra fuerte. Lo miro sorprendida y ni bien la nombra lo shito; me pongo un dedo en la boca y le hago "shh, shh" desesperada.

Larga una sonrisa y levanta ambas cejas por un segundo y voltea para mirar hacía adentro del living.

Mi madre no lo escucho, la tele estaba demaciada alta en volúmen o simplemente lo ignoró como siempre.

La segunda era más probable ya que la televisión no está tan fuerte para que no escuchase su grito.

Comunicada con mi enemigo.© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora