16 de octubre de 2015

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Adivina adivinanza ¿la niña duerme o está muerta?

La verdad si que cuesta estar de pie ante un mundo que anda a gatas tratando se hacerse el bueno, pero siendo precipicios le seguimos.

Cuesta tanto poderlo todo, ser valiente y de esperanzas firmes. Vernos obligados a ordenarle a nuestras piernas que no decaigan, que el mundo aún tiene otro lado, que ese lado debe ser muy bueno.

Este lugar apesta a muerto y desearía ser yo. Creo que soy yo. El mundo tiene tantos desvíos y hace que el corazón se contraiga por las noches y sonría falsamente por las mañanas.

¿Qué les puedo decir? Tengo el estómago hecho añicos. Quiero vomitarlo todo. Vomitarme a mí.

Malditas ojeras y malditas sonrisas. Ayer vi una estrella fugáz, cerré los ojos, el autobús corría velóz y el aire despeinaba mi cabello "deseo... que el autobús se estrelle y yo no sobreviva".

No es una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora