17 de diciembre de 2015

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Dejamos de mirarnos a los ojos y el asfalto se hizo preso de nuestras miradas, en ese momento lo supe, el mundo se está acabando, pero de maneras distintas.

No es que tú fueras mi mundo, pero eras quien lo sostenía, eras quien proporcionaba la lluvia en días calurosos y cuando te fuiste las sequías nos mataron.

Los atardeceres rosas, las brisas de las mañanas, los huracanes, todo pasaba por tí. Sin embargo, en el asfalto, contigo alejándote, ya nada importaba.

No es una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora