capitulo 3

730 100 9
                                    

El chico demaciado delgado

Hoy saltaria, estaba tranquilo en la cafetería pensado que comer, pero realmente nada llamaba mi atención.

~creo que si como vomitare~ hablé bajito.

Salí de la cafetería, subiría a la zotea, no pensaba saltar en ese momento; no porque no fuera a hacerlo sino que mis compañeros estaban almorzando y no quería arruinarles su comida.

Me senté serca de la barandilla, me gustaba ver el paisaje, hasta que note que un poco más lejos de mi posición estaba un chico muy delgado, a punto de saltar.

Realmente no me importaba, mis piernas se movieron solas hacia el.

-¿Vas a saltar?- le pregunté tranquilo, el me miró algo triste y me contestó con un simple -si-

Parecía no querer conversar , por lo que iba a retirarme para que el saltará pero antes de poder siquiera alejarme un poco me habló.

-¿No piensas detenerme?- preguntó en un tono muy bajo
-no realmente- lo mire directo a los ojos, al verlos fijamente vi en ellos una luz de esperanza, ¿Acaso quiere que lo escuche?- si tomaste la decisión adelante- el dejo de verme- si quieres hablar te escuchare-

Sus ojos volvieron a los mios, supuse su respuesta por lo que me senté en la barandilla que nos separaba, dándole la espalda al vacío.

El al ver mi acción miro a la nada y empezó a hablar.

-¿Sabes lo que se siente que todos te digan lo horrible que te ves?- volteó hacia mi esperando una respuesta, aunque lo comprendía lo deje seguir- yo solo quería un amigo, pero parece que soy muy poca cosa para algo así-

En sus labios se delineó una triste sonrisa
-jamas estaré conforme con mi cuerpo, el médico dice que si pierdo más peso no podré ni moverme pero- paro de hablar, estaba soltando unas pequeñas lágrimas que llevaba tiempo guardando.

En esos instantes me fijé mejor en su cuerpo, tenía un aspecto demacrado, estaba muy delgado, parecía un muerto en vida.

-se que esto no es saludable- volvió a hablar- se que estoy haciéndome daño solo que... No puedo evitarlo, no quiero comer, no puedo comer- miro a la nada y luego a mi.

-se que no importa cuánto peso pierda, o qué tan mal este, nunca estaré feliz con mi cuerpo- suspiro -por eso he de morir, no hay necesidad de seguir viviendo-

Esa era su historia, mire en dirección a sus ojos estaba buscando ver a través de el.

-realmente no quieres morir- pronuncie de manera calmada, mi respuesta lo alteró.

-¡Como puedes decir eso, tú no entiendes nada!- grito fuertemente.

-si realmente quicieras morir- paro de gritar al notar que empezar a hablar-
Ya habrías saltado- termine lo que estube pensando desde que me acerque a el.

Me miró pasmado unos segundos, empezó a llorar.

Realmente no me importaba, me acerque a él y lo abrace, le di todo el consuelo que necesitaba, nadie más lo haría.

El se pasó al otro lado de la barandilla, seco sus lágrimas y con una pequeña sonrisa me dijo.

-creo que tengo hambre- para acto seguido desaparecer de mi vista.

El ya se había ido, miré al piso donde caería si saltaba en ese momento.

~creo que no saltare hoy~ hable bajito para mí, sali del techo en dirección a la cafetería.
~ tengo hambre~ pensé.

watashi no R Donde viven las historias. Descúbrelo ahora