—y algún día tu imperio caerá y yo, voy a disfrutar eso, y sabes cuál es la mejor parte, que mi deseo se hará realidad pronto— le sonrió.
—Eres una maldita zorra— dijo blaine
—Anderson si solo viniste a insultarme me hubieras mandado un mensaje, ahora no estoy de humor— regreso la vista a sus papeles acomodándose sus lentes.
—Basta de rodeos absurdos, sé que tú tienes a mi testigo— Anna se quedo sorprendida un poco, ya que no esperaba que Blaine supiera que ella lo tenía, claro que ella le daba indirectas a blaine, pero no creyó en la capacidad de pensamiento del azache.
—Si Anderson, yo tengo a tu testigo, contento, ya lo dije, ahora vete— Anna sabia que Blaine no se iría.
—Lo quiero de regreso— cansado de estar parado se sentó en una de las sillas que se encontraban frente al escritorio de Anna
—Actúas como un niño pequeño— llevo su mano a su frente —¿Para qué? Solo lo traumaras y lo encerraras de nuevo, ya en 2 días lo regresare con su padre y punto, final feliz para todos—
—Solo para ti, además, lo necesito regresar yo y declarar que fue un accidente—
—¿Cuál es la diferencia?, no importa quién lo regrese, el punto es que se vaya— dio un pequeño vistazo al rostro de blaine para darse cuenta de que este tenía una mirada de angustia en su rostro, no lo hacía tan evidente, pero Anna ya lo conocía bien y había pequeños detalles en su rostro que lograba identificar —Oww no me digas que te enamoraste de el— soltó una risa al final de su comentario
—No seas estúpida, no lo hago por él, lo hago por ti, todos saben que el tener ese niño es una ventaja— Blaine tenia razón, el que un político este en deuda contigo es una gran ventaja, desde tener un gran aumento de ventas, hasta perjudicar a la competencia.
—¡¿Todos?!— Miro a pelinegro molesta —Entonces ya se esparció el rumor—en ese momento blaine se dio cuenta del error en su elección de palabras.
Blaine se levantó dirigiéndose al mini bar de Anna y se sirvió un poco de licor —No— hizo una pausa mientras preparaba su trago —nadie más sabe, es una expresión— termino y le dio un sorbo a su bebida.
-.-.-.-.-.
Kurt se encontraba dando vueltas en la cama, no lograba conciliar el sueño, bueno después de estar sedado quien sabe cuántas horas uno pierde el sueño. Se sentó quitando las mantas que lo cubrían, y llevo una mano a su cabeza, pues sentía un pequeño malestar.
Su atención se desvió de su dolor de cabeza cuando escucho la puerta abrirse.
—Hola— Entro una mujer con una bandeja que por obviedad contenía comida—mi nombre es Marta y he venido para dejarte un poco de comida— dijo la amable mujer mayor como de 30 años, con el cabello negro atado en una cola de caballo, vestía una camisa holgada y un pantalón de mezclillas, llevaba un mandil de cocina color rojo.
Se acerco al castaño y lo dejo en el mueble al lado de la cama. Kurt inconscientemente se movió hacia un lado alejándose de la mujer.
—Tranquilo, no te hare daño— ella le sonrió y dio un vistazo alrededor de la habitación —De casualidad te sientes cómodo en la alcoba—
El castaño no sabia que responder, pues sentía que si decía algo malo le podía ir igual de mal.
—Descuida, no te pasara nada malo— ¿A caso estaba leyendo su mente? Pensó kurt.
—No, está bien, solo tal ve un poco oscura— dijo un poco nervioso.
—De hecho, pensé eso, descuida, se puede arreglar— ella camino hasta el otro lado de la alcoba y deslizo las enormes cortinas revelando una gran ventana con una impresionante vista a la ciudad, era medio día por lo que kurt pudo apreciar un hermoso atardecer, al igual pudo ver como la luz entraba en la gran habitación dándose cuenta de que era más grande de lo que él creía haber visto, debido a la oscuridad.
Kurt se levantó para acercarse a ver aquella hermosa vista —Impresionante ¿no?—
—Es increíble— el jamás había visto una vista como esa, pues se encontraba en uno de los pisos más altos del edificio.
—Bueno, tengo que seguir con mis labores, si te sientes aburrido, en aquel estante— señalo un mueble grande que estaba pegado en la pared —encontraras algunos libros y revistas, las más nuevas— sonrió.
—Gracias— le devolvió la sonrisa y la siguió con la mirada hasta que salió de la habitación.
Se acerco aún más a la ventana hasta tocarla, pues quedo totalmente enamorado de aquella vista exquisita del sol.
—Si te gusta esta vista deberías haber visto la de mi edificio— inmediatamente volteo al reconocer aquella voz se quedó ahí estático sin saber qué hacer, preguntándose ¿Qué hacia el aquí? —Me miras como si hubieras visto un fantasma—
El castaño intento decir algo, pero simplemente el miedo le impidió decir algo, las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.
—Desde que llegaste lo único que has causado es problemas, problemas y más problemas— se iba acercando más al castaño —Prácticamente me debes tu vida, por qué por eso son los problemas, por qué sigues con vida— este ya se encontraba frente a frente del ojiazul, y kurt podía notar el fuerte olor a alcohol que provenía de su boca.
Kurt sentía miedo, iba a morí, hizo enojar a uno de los más grandes lideres de la mafia americana, sentía que en cualquier momento sus lagrimas iban a salí.
—Pero bueno— blaine se tambaleo un poco —como no puedes pagar con tu vida pagaras con otra cosa— sonrió.
Kurt en ese momento temía lo peor.
-.-.-.-.-.-.
No estaba muerta, estaba en apuros
Desde aquí vuelvo a advertir que hare más ''cruda'' la historia, no mal escrita sino, más gráfica en cuanto, el consumo de drogas, suicidio, asesinato a sangre fría, violación, sexo, abuso de sustancias, tortura entre otras cosas, así que si eres sensible ante estos temas esto es una Advertencia, apenas se está iniciando, sin embargo, se ira hablando de estas cosas poco a poco.
Agradezco sus votos y los veo en pronto, perdón la tardanza.
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La Droga Mas Valiosa (En Edición)
Teen FictionDe vez en cuando uno se tiene que enfrentar a una realida completamente diferente a la que le enseñan, en este caso hablamos de como cualquier persona puede caer en manos de la mafia