》9《

414 65 3
                                    

El día se pasó con ambos hombres metidos en aquella casa, manteniendo las puertas y ventanas cerradas en todo momento mientras comían y hablaban. No tenían un tema en particular para hablar, sólo soltaba pequeños datos de su vida cada cierto tiempo. 

--Oye.-- Habló Beast.

--¿Si?

--Esto va a ser algo estúpido a éstas alturas, y en realidad lo es, pero nunca me dijiste tu nombre.

--Oh, es verdad.-- El chico sonrió levemente y se dieron un apretón de manos, algo absurdo a la vista de Beast pero que de igual forma le hizo algo de gracia.-- Soy Wirt Cone, ¿y tú?

--Jack Beast, un placer.

--Bueno, Jack Beast, tengo una pregunta que hacerte.

--Oh no, algo está por ponerse mal aquí.-- Ambos rieron y Wirt prosiguió a hacer su pregunta.

--Cuando estábamos de regreso de la taberna de Hannah había algo que ibas a contarme, ¿recuerdas?

--¿Qué?-- Beast retrocedió sobre sus pasos y recordó la anécdota que había quedado pendiente por su parte.-- Oh, eso.

--¿Entonces?-- Wirt se recostó en el sofá de la sala y abrazó una almohada, esperando a que el otro comenzara.

--Bien, todo esto empieza conmigo siendo un imbécil. Luego de que mis padres murieron fui a vivir a casa de Hannah. Sus hijos me trataron como si fuéramos hermanos y se podría decir que tenía la vida resuelta, pero el pequeño y estúpido Beast quería más. Así que teniendo doce años comencé a robar.

--¿En serio?

--Como dije, era estúpido. En fin, comencé a robar en pequeños puestos hasta que eventualmente llegué al punto de robarle a Hannah. Cuando tenía diecinueve maté a alguien por mero capricho y seguí hasta que...

--¿Hasta que?

--... Hasta que hace menos de dos años me atraparon. Iban a ejecutarme por todo lo que había hecho, pero los soldados me salvaron de eso.

--¿Por qué?

--Decían que tenía un talento natural para infundir miedo y orden, algo que les pareció bastante útil. Me ofrecieron vigilar y mantener el orden en el campo que hay aquí, a cambio de eso yo seguiría con vida.

--¿De verdad accediste a eso?

--Habría dejado que me mataran, pero Hannah no quería verme morir; incluso luego de haber sido un idiota con ella me cuidó hasta el final, me dijo que no me perdonaría por ser cómplice en un asesinato a niveles colosales, pero prefería eso a verme siendo ejecutado por caprichos estúpidos.

--Vaya...-- Wirt miró, levemente apenado, a Beast. Jamás se habría imaginado que llegaría a aceptar un acuerdo horrible sólo para no ver a la mujer que le crió triste. Fue entonces cuando genuinamente se compadeció de él.-- Lamento todo lo que te pasó.

--No importa en realidad, es sólo...-- Guardó silencio, queriendo calmar lo afectado que le tenía recordar todo aquello y se puso de pie rápidamente.-- Voy a hacer la cena.

--Uh, Jack.-- El mencionado miró al castaño el cual le sonrió levemente y dijo.-- Sé que las cosas que hiciste para llegar hasta donde estás fueron horribles, pero me alegra que te hayan pasado.

--¿Qué...?

--No me malentiendas.-- Le interrumpió velozmente cuando se dio cuenta que lo anterior dicho se podia malinterpretar fácilmente.-- Me alegra que esas cosas te hayan pasado porque de ese modo pude conocer una parte de ti que seguramente nadie conocía.

Y entonces Beast miró, por primera es en su vida, sonrojado a alguien; ¿cómo era posible que un chico dijera cosas como esas así, sin pensar?
Se giró nuevamente hacia la cocina y comenzó a preparar la cena, tratando de ignorar por completo la presencia del chico.

[ • • • ]

--Quítate la ropa.

Wirt miró con confusión y algo de miedo al hombre mientras tomaba el mismo tubo que había utilizado para noquear al soldado rubio.

--No sé qué es lo que hayas pensado, pero lo que sea que fuere eres un cerdo.

--Mira quien habla.-- Tiró de nuevo el tubo y volvió a escuchar al soldado.

--Tienes heridas, ¿cierto?

--¿Qué?

--Cuando llegamos aquí te escuché en el baño.

--No sé cómo te hayan educado, pero es de mala educación espiar a las personas cuando están en el baño.

--Sólo con las mujeres, a menos que quieras realmente ser la señora de Beast.-- Recibió un pequeño golpe en el hombro y rió un poco, volviendo a tomar el botiquín.-- Sólo cállate y déjame ayudarte.

--Bien.-- Wirt se quitó la camiseta, dejando a la vista su espalda con múltiples golpes y heridas abiertas.

--¿Cómo es posible que te hayan hecho esto en menos de un día?

--Son como animales, en cuanto tienen oportunidad te hacen todo el daño que puedan.

--Son un asco.

--Te expresas de una forma bastante peculiar para referirte a tus colegas.

--Creéme, los odio más de lo que tú podrías hacerlo.-- Dicho esto tomó una gasa con alcohol y la presionó en una de las heridas de Wirt, escuchando cómo este se quejaba debido al ardor que le producía.

Durante un rato estuvo así, curando todas las heridas del chico y poniendo vendajes, procurando no lastimarlo más.

--De acuerdo, con eso debería ser suficiente.-- Dijo, poniendo el último vendaje sobre la piel del castaño y guardando las cosas nuevamente en el botiquín.-- Tal vez te arda por un día más, pero al menos ya no tendrás heridas abiertas.

--Gracias, Jack.

--No fue nada.-- Beast miró el reloj que se encontraba encima de la chimenea de su casa, dándose cuenta que ya era algo tarde.-- Creo que ya es hora de dormir; puedes dormir en mi cama, yo dormiré aquí.

--De acuerdo.-- Wirt caminó hasta la habitación del soldado y volvió a susurrar, esta vez con una pequeña sonrisa instalada en su rostro.-- Gracias.

Tears For Fears [BeastWirt] [ACTUALIZACIÓN LENTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora