CRECIENDO

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El sol entraba poco a poco por la ventana, era un domingo de primavera espléndido, Lola sintió el sol, sabía que ya era la hora de despertar miro el móvil, 10:37, había dormido muy bien y aunque anoche salió y se acostó tarde las horas dormidas le habían servido de mucho, puso música en el móvil, aun no tenía hambre y se iba a quedar un rato remoloneando en su cama, sin llamar a la puerta, su madre, Eva, irrumpió su tranquilidad.

-¿Cómo está mi niña?- pregunto la madre sentándose a su lado, Lola rodó los ojos.

-Bien mamá, me acabo de despertar- le contesto la hija.

La madre automáticamente metió la mano bajo la manta y fue directo su pañal, era una braga de escapes para dormir siempre recordaba haberla utilizado, su madre a palpar sonrío y fue en este instante cuando Lola, se dio cuenta de que esa noche había tenido perdidas.

-¡Mamá!- gritó la hija saliendo de la cama rápido con un pijama de pantalón y camiseta de invierno.

- Lola sabes que al despertar lo primero que hay que hacer es quitárselo te pueden salir ronchitas como hace unos veranos- le dijo la madre con tono de compresión, Lola entonces levanto la cabeza muy sonrojada y sonrió.

- Hoy ha sido algo inusual en el último mes solo he tenido escapes dos veces así que tranquila mamá espero que este verano no me salgan ronchitas porque estoy decidida a no usarlos en poco tiempo- con cara de orgullo sale de su cuarto para darse una ducha y dejar atrás el altercado de anoche, Eva seguía sentada en la cama llena de preocupación y nostalgia, no sabía de las intenciones de su hija.

No podía dejarla marchar, no podía dejarla crecer, ella fantaseaba con que su hija (aunque físicamente no) fuera su bebé y dependencia de ella, era su felicidad, su todo no sé imaginaba que se fuese a la universidad, no quería que se fuera, que creciera, que soñaba con un futuro... ya era suficiente estrago era dejarla salir y que estuviese con el Instituto, cursaba 4º de la ESO y tras el bachillerato tendría que irse la ciudad y dejar su casa y como no a ella sintió un gran peso en el pecho, ¿tan complicado era tenerla siempre como una bebé? se levantó de la cama y se fue a la cocina a preparar el desayuno a su hija que bajaría en breve, le encantaría darle un biberón y tenerla todo el día como cuando era pequeña, intuía que desayunaría rápido y saldría con sus amigas dejándola ella sola una vez más, su sospecha fueron ciertas cuando la vio aparecer preparada para salir, la chica le sonrió al llegar y sin ni siquiera sentarse se tomó la leche y unas galletas.

-¡mamá me voy con Carla!- se escucho un sonido de las llaves y un portazo, estaba sola en su cocina, metió lo utilizado del desayuno de su hija en el lavavajillas y se fue a sentarse frente al ordenador, tenia que compartir sus inquietudes con alguien, así que se metió en el foro que compartía con algunas madres, que tenían casos parecidos a los de ella.

Vio que una amiga ya había finalizado la regresión de su hijo, colgó una foto donde aparecía su pequeñín de 17 años en una cuna ataviado con un body y notorio bulto en la entrepierna, llevaba casi 4 años con el proceso y a día de hoy su hijo era completamente un bebé en el cuerpo de un adolescente. abrió el Chat privado y sin pensarlo muy bien le pregunto las pautas que había seguido, no tubo contestación hasta pasada media hora en la que ella se entretuvo viendo casos de ABDL, estuvieron hablando largo y tendido, una feliz mostrando su bebé y otra triste porque su hija simplemente estaba creciendo.

Entonces su compañera de foro se sincero con ella le comentó que su caso lo había llevado un centro y que gracias a ello su hijo, siempre sería un bebé. Eva rápido le pregunto por los datos del centro con un brillo en su mirada muy peculiar y esperanzador, tuvo que prometer no informar ni pasar esta información a nadie, apuntó los datos y se despidieron en el Chat, fue hacer el almuerzo a la cocina con unos ánimos totalmente renovados.

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