RUTINA

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En la madrugada del lunes al martes, la rutina que a la que Eva se venía acostumbrando alimentando a su hija continuó normalmente, el martes por la mañana día en el que la sonda orogastrica se quitaría a Lola, Eva comenzó la mañana como el día anterior puso en la medicación en la papilla de Lola y se la dio. Lola amaneció nuevamente con la cama mojada y las bragas absorbentes a rebosar pues la pequeña de nuevo había tenido escapes. La niña tras levantarse en esa situación nuevamente, se fué al baño se quitó las bragas absorbentes tirándolas a la basura, limpiandose y poniéndose unas limpias, no sabía qué hacer, quizás hablarlo con madre sería lo ideal, quizás podría comprarle una protección más segura, no era bueno que todas las mañanas se levantará así, pero le daba mucha vergüenza hablar con su madre del tema. La mañana paso así, Lola tuvo un accidente sobre la una del mediodía pero siguieron mas o menos con la rutina del dia anterior.
Empezaba a anochecer cuándo Eva decidió que era hora de quitarle la sonda orogastrica a su hija la puso en una posición de 40 grados como había leído le quito el apósito de la carita y empezó a tirar de la sonda, en ese momento su hija de nuevo se hizo pipí encima debido a las grandes arcadas que le había producido sacarle la sonda, la niña finalmente terminó vomitandose poco sobre ella misma, cuando la madre le terminó de quitar el tubito le ayudo a limpiarse. Lola que creía que su madre no se había percatado de que había orinado su protección al limpiarla paso la toalla por la zona donde tenia la protección mojada notandolo al instante.
- Lola por Dios ¿porque no me avisas si te has mojado?.- le cuestionó la madre, tocando la protección mojada sin pudor.
-Mamá está aquí para cambiarte cuando lo necesites, está a tu entera disposición no lo olvides cariño.- dijo la madre
-No mamá yo voy ahora a quitarmela ha sido al vomitar, tú tranquila. Por cierto me da mucha vergüenza decírtelo y no sé cómo hacerlo.-titubeo
- llevo unos días que por la noche, no sé cómo decírtelo, mis braguitas de protección, pues... pues.. no dan el efecto deseado se me escapa un poquito el pipí y mojo la cama .-dijo la hija mirando hacia el suelo.
- bueno hija pues si tú quieres solo si tú quieres, mientras que empezamos el tratamiento podemos usar los pañales que me han dado en la clínica, son mucho más absorbentes, para que estés más segura por la noche y no mojes tu cama si te parece bien yo te lo puedo poner por noche y te los quito por mañana.-dijo la madre rogando un si interno
-me parece bien me da un poco de vergüenza, no sé mamá pero creo que enserio los necesito.-dijo parando en seco la conversación.
Lola se fue a su habitación cogió de nuevo otras braguitas absorbentes y se fue a cambiar limpiando primero toda la zona y poniendo unas nuevas.
Por la noche, Eva le puso a Lola de comer puré, pues después de haberle quitado la sonda, la niña tenía algunas molestias, le puso en el vaso de agua que lo acompañaba todas las gotitas pertinentes a su tratamiento. Cerca de las 11 de la noche, Lola estaba en su cuarto poniendo los libros en su mochila para ir a clase el día siguiente, estaba muy preocupada ¿ Y si le pasaba lo mismo que hoy y se orinaba encima en medio de la clase? . Sus pensamientos fueron interrumpidos por Eva, quien entró en la habitación con un vaso de leche (con el debido somnífero) y un pañal bajo el brazo.
-venga Lola recuestate, te e echo esto hasta los 13 años, ya conoces la rutina, antes te traía un biberón, pero ahora te traigo un vasito de leche para que te lo tomes antes de dormir.- dijo la madre recordando que su hija estuvo tomando el biberón antes de dormir hasta los 13 años...
-sí mamá gracias.- Lola con la cabeza gacha, se tendió en la cama, y simplemente dejo que su madre hiciera lo oportuno, quitandole el pantalón, poniéndole el pañal, y volviendo a colocarle el pantalón. Cuándo terminó le pasó el vaso de leche y Lola bebió, cuando lo dejó vacio su madre la tapó, le dio un beso en la frente.
- Buenas noches.-y se marchó, Lola cayó en los brazos de Morfeo en unos instantes.

A la mañana siguiente, Eva fue a despertar a Lola, abrió las cortinas del cuarto y miró cómo su hija arrugaba los ojos.
- Buenos días mi niña, venga vamos a quitar el pañal y te puedes dar una ducha, vamos corazon.- La fue destapando poco a poco mientras Lola, muerta de vergüenza simplemente se dejó hacer.
El pañal estaba muy mojado, pero la cama no estaba mojada, cuando la madre terminó Lola se fue al cuarto de baño, donde se ducho, tenía el uniforme preparado y empezó a vestirse, pero algo la atormentaba, ¿Y si se orinaba sin darse cuenta como ayer? Por eso y por razones obvias senpuso la bragita absobente debajo de su uniforme escolar. Eva mientras estaba preparando el desayuno, el vaso de leche con la medicación, las galletas, y justo al lado el tranquilizante, la pastilla diaria.
Lola entró en la cocina y querido normalizar la rutina, cogió el vaso de leche y se lo tomó con las galletas, miró a su madre mientras se tomaba la pastilla con un vaso de agua y después abrió la boca para que su madre asintiera viendo que se la había tomado. Ambas se dirigieron al coche, Lola caminando alante y Eva detrás, percatándose la mayor, que su hija iría al instituto, por primera vez y por su propia voluntad con las braguitas de protección.

Condujo hasta el colegio, su hija se bajó del coche, ambas con deseos encontrados, la pequeña rogándole a su cuerpo llegar seca a casa, y la mayor deseando justo lo contrario.

La mañana iba transcurriendo normal, Eva trabajaba frente al ordenador, la señora de la limpieza, que iba los miércoles, estaba en su quehaceres y Lola estaba en el instituto aún seca. Pero esto no duró demasiado, faltaban 2 horas para que terminara la jornada escolar cuando Lola, sentada en su mesa, empezó a notar la ya conocida humedad en su entrepierna, no sabía que hacer, rogaba a Dios que la clase terminara pronto, pero miró el reloj y faltaban 40 minutos para que está terminase. No hubo más opción que levantar la mano y pedir permiso para ir al servicio, sus deseos fueron cumplidos cuando un «sí, puedes ir» salió de la boca de su profesora. Salió de la clase preocupada por qué no se le notase nada la zona que tenía abultada.
Fue corriendo hacía el baño y se quito la protección, pero ¿Y ahora que hacia? No había traído un repuesto,no había más opción que colocarse las bragas normales y rezar para que no se mojara en las dos horas que quedaban para la finalización de las clases.

Eva a las 2,30 del medio día cogió el coche nuevamente para ir a recoger a su hija, al verla acercarse al coche notó que el pequeño bulto que tenía esta mañana en su entrepierna ahora no lo tenía, lo que queria decir que las habia usado, la médicacion estaba cumpliendo sus efectos, Lola se estaba haciendo dependiente de usar protección.

La semana fue pasando a ese ritmo, Lola llevaba todos los días unos recambios de sus braguitas en su mochila, había días que se orinaba encima dos veces, otras tres, la rutina nocturna ya estaba establecida, cada noche Eva le ponía a su hija el pañal y le llevaba un vaso de leche, habían tenido un par de conversaciones madre e hija, donde Lola dejó caer que cada vez tenía más accidentes, Eva siempre respondía que cuando el tratamiento comenzase eso iba a cambiar que estuviera tranquila, recordándole lo que el psicólogo le había dicho, si estás muy preocupada, posiblemente tengas más accidentes.
Durante la semana el doctor Díaz había hablado por teléfono para saber el progreso que estaba teniendo Lola, también la llamó para informarle de la siguiente cita, que sería justo el viernes que comenzaban las vacaciones de semana santa y que esa semana eran invitadas a un piso propiedad de la clínica donde su hija podría estar en rol toda la semana, ' - es una sesión de hipnosis, su hija entrará en rol y podrán experimentar cómo será el resultado final, es algo que aún no se ha probado con muchos pacientes, pero de esa forma, podría tener a su hija, mucho antes como bebé, lo que pasa que no es permanente, por eso seguiremos extrictamente con el tratamiento.
Eva encantada acepto la invitación quedando el viernesde la semana siguiente a la misma hora.

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