Capitulo 4- ¡¿Qué demonios?!

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Jack Parks

Acababa de mudarme a la ciudad, o mejor dicho al pueblo, más aburrido del mundo.
Al día siguiente de mi llegada tendría que asistir al instituto por la mañana, mi tía Bárbara me había dado la habitación para huéspedes más pequeña en todo el maldito planeta. Tan solo había un closet, un escritorio y una cama individual; estaba pintado de gris oscuro. <<Perfecto>> pensé cuando vi el dormitorio, pues era ideal para mi.

Después de desempacar algunas maletas, me eché en la cama y tomé mi adorado cuaderno de dibujo.

Trace líneas al azar dejándome llevar por el lápiz en mis manos, finalmente al anochecer decidí dormir para empezar con todo el ánimo posible mi primer día de clases. Es broma. Sí dormí pero solo porque el viaje había sido agotador, no porque me importara en absoluto la escuela.

Al día siguiente me levanté tranquilamente, hasta que me di cuenta que faltaba poco para la hora de entrada. Corrí hacia el armario y me puse unos jeans oscuros y una sudadera gris.

Salí corriendo con la mochila en mano, no sin antes despedirme de mi tía. Tenía suerte de vivir cerca de la escuela.

Al llegar, me di cuenta que las clases empezarían pronto. Según mi horario me tocaba en el grupo A, así que me dirigí hacia allá pesadamente.

El profesor me observó antes de que éste entrara al aula y me analizó rápidamente.
-Usted debe ser Jack Parks. Soy el profesor David- estrechó mi mano. Parecía que el tipo era un amargado, aunque no sé porqué lo pensé si yo era exactamente igual- Omitiremos la presentación, solo tomé asiento y presté atención a la clase.

Asentí y me dirigí al único lugar disponible al fondo de la clase. Al parecer el profesor David enseñaba álgebra, vaya suerte la mía, era la clase en la que mejor me iba en mi antigua escuela.

Tomaba notas en mi cuaderno cuando sentí una mirada sobre mi. A dos mesas de distancia se encontraba una chica de cabello oscuro hasta los hombros, vestía una sudadera casi idéntica a la mía y sus ojos oscuros y profundos con rizadas pestañas me miraban entrecerrados.

Después de unos segundos se giró hacia otro lado y comenzó a hablar animadamente con una chica alta y de cabello extremadamente largo.

-¿Señorita Crespo?- dijo el profesor. La chica de cabello corto lo miró sonriente- Si no le interesa la clase, puede salir a dar una vuelta al patio y luego a la oficina del director.

-Esa es una gran idea señor- dijo sarcásticamente, tomó sus cosas y salió de la clase aún sonriente. La chica de cabello largo y otra más rieron por lo bajo y la clase continuó sin rastro de la otra chica.

En la segunda clase ésta apareció con una sonrisa y volvió a tomar asiento tranquilamente. La miré por un largo rato sin que ella se percatara de mi mirada.
A la hora del almuerzo la vi sentarse a platicar tranquilamente sin probar ni un poco de comida.

-Viejo, deja de acosar a mi mejor amiga- dijo una voz detrás de mi. El chico me miraba sonriente con sus ojos grises- Soy Cameron- dijo y estrechó mi mano.

-Jack. Jack Parks- Cameron y yo hablamos durante el almuerzo y al terminar fuimos a la clase de educación física. Ejercitábamos con un pants enorme color azul marino cuando me di cuenta que en las gradas estaba de nuevo la chica con la mirada perdida.
A su lado estaban de nuevo la chica de cabello largo y la otra de cabello castaño claro, casi rubio. Se levantaron y caminaron hacia la cafetería, los chicos a mi alrededor comenzaron a chiflarles.

- Ni que estuviéramos tan buenas- gritó la rubia y se alejaron de ahí. Acompañé a Cameron y a otro chico llamado Isaac a jugar fútbol americano, pues era mi deporte favorito, estuvimos un rato jugando hasta que tuvimos que cambiar de clase; esta vez me tocó en una clase distinta.

La clase era tan aburrida que empecé a dibujar en mi cuaderno hasta que la profesora Martínez me llamó la atención.

- Señor Parks, le pido que se retire de mi clase si no le es de interés- dijo subiendo sus gafas muy molesta. Recogí mis cosas y fui a la dirección. Mi primer día y ya me había ganado un reporte, genial.

Estaba sentado esperando cuando alguien abrió la puerta. Era la chica rubia.
-¿Jack?- preguntó.
-¿Te conozco?- le pregunté ya que la había visto pero no había cruzado palabra alguna con ella.
-Obviamente no- dijo sonriendo- Soy Aria.
-Genial- le respondí sin prestarle demasiada atención.
-¿Porqué te reportaron?- preguntó sentándose a mi lado.
-Estaba dibujando en clase
-Descuida, el director es amigo mío y de Roxbie, lo convenceré de que no te reporte.
-¿Roxbie?- no tenía idea de que nombre era ese.
-Si, la chica a la que no parabas de mirar durante el desayuno y las clases- dijo con una mirada pícara.
-No tengo idea de que hablas- le mentí, sí la había mirado por largos ratos, pero la verdad era que ni siquiera sabía si me parecía atractiva.
-Tiene el cabello corto, ojos oscuros que dan miedo y es tan enana como Bilbo Bolsón- en ese momento salió el director y al ver a la chica que se llamaba Aria nos dijo a ambos que estaba bien si nos íbamos. ¡Vaya suerte!

Aria me sugirió saltarnos la última clase y platiqué un rato con ella, me parecía divertida y era muy directa al hablar.

-¡Aria!- le gritaron a lo lejos. Eran Roxbie y la otra chica que según Aria, se llamaba Keila.
-Tengo que irme- me dijo Aria y me pasó su número de teléfono, creo que es bueno tener una amiga. Antes de irse se detuvo un momento y dijo algo muy extraño- Creo que si te vistieras con una playera roja y unos jeans las otras chicas te comerían con la mirada, incluyendo a Roxbie- Lo último lo dijo en un susurro y riendo, luego solo se alejó y se reunió con sus amigas.

-¡¿Que demonios?!- susurré para mí mismo después de procesar sus palabras. Me levanté y me fui en busca de Isaac y Cameron.

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Dine🎵🖤

Love and Friends©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora