Capitulo 12- La fiesta II

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(N/A: Durante los siguientes 3 capítulos se narrará lo que ocurrió en el transcurso de la fiesta desde la perspectiva de Cameron, Roxbie y Aria. Disfruten la historia y gracias por leer <3)

Cameron White

El ambiente se alocó en cuanto la fiesta empezó. Ocurría en todas las ocasiones en que nos "reuníamos" en casa de Isaac a bailar, tomar, etcétera.

Durante la primera parte de la noche decidí beber tan solo soda, ya que no quería ponerme ebrio siendo tan temprano. A decir verdad, no era muy fan del alcohol, pero disfrutaba tomar un poco de vez en cuando.

Busqué a mis amigos con la mirada y al primero que vi fue a Jack, que estaba algo malhumorado, casi siempre lo estaba, pero lo veía un poco más amargando que de costumbre.

De pronto se acercó a mi y le ofrecí una lata de soda, la cual aceptó con gusto.

-¿Quién es el chico rubio de allá?- me preguntó de pronto señalando a Leo, el hermano de Aria, quien platicaba alegremente con la pequeña Roxbie.

-Es Leo, es hermano de Aria- le contesté- ¿Por qué la pregunta?- Lo cuestioné. Se quedó callado durante unos instantes y luego agregó:

-Solo es curiosidad— <<Qué poco convincente>> pensé.- ¿Está saliendo con Rox?

¡BINGO!

-Así que eso es lo que tienes- le dije- ¡Estás celoso!

-No es verdad- replicó y noté un leve sonrojo en su rostro.

-Descuida, la enana jamás se fijaría en él, es como un hermano para ella. Ambos pertenecen a una banda de música, seguro hablan de eso.

-¿Banda musical?- preguntó Jack y asentí- Jamás me habría imaginado que Roxbie perteneciera a una banda.

-Seh, al principio yo tampoco lo creía. Pero eso no es lo importante, lo que me interesa saber es, ¿qué te traes entre manos, Jack Parks?

-¿A qué te refieres?

-Por más rarito que seas, no es normal que actúes de esa manera con una chica. Solo admite que te gusta- le dije mientras lo apuntaba al pecho con un dedo.

-Ella no me gusta.

-¡Solo admítelo! ¡Admítelo!- le rogué varias veces hasta que lo fastidié y afirmó lo que yo había sospechado.

-¡Bien! Creo que me gusta un poco.

-¡Lo sabía!

-Solo no digas nada- me pidió mientras abría la lata de refresco.

-Descuida, no le diré a nadie- le prometí e intenté mantener una plática con él, pero mi estómago comenzaba a exigirme comida- Lo siento, Jack, me voy. Necesito alimentarme o moriré.

Apenas había pasado una hora y ya me encontraba asaltando el refrigerador en la cocina de Isaac, ya que, como es obvio, soy fanático de la comida. Para mí mala suerte solo había vegetales, frutas y bebidas energéticas, las cuales tomaba Isaac después del entrenamiento; en pocas palabras, era comida sana para deportista.

Cerré de golpe el refrigerador y refunfuñé.

De ahí pasé a revisar los estantes y alacenas, por suerte encontré pan y un frasco de mantequilla de maní. No era mucho, pero un sándwich bastaría para calmar a mi estómago durante un rato.

Mientras preparaba mi merienda recordé que me había convencido de pedirle ayuda a Isaac con la chica que me gustaba, tal vez podría darme algunos consejos para atraer su atención. Salí de la cocina en el instante en que Andrea se acercaba coqueteando muy descaradamente con Isaac, pero éste último la rechazó y caminó hacia mí.

-¿Acabas de rechazar a Andrea?- le pregunté sorprendido y alzando una ceja.

- Es linda y está buena, pero nuestra cita de la semana pasada fue un asco.

-¿Quién eres tú y qué hiciste con Isaac?- le cuestioné sarcásticamente. Definitivamente no era él- Jamás te ha interesado el carisma de una chica- exclamé.

-Lo sé y sigue sin interesarme, solo me di cuenta de que era demasiado fácil. Quiero una novia, no una zorra.

- Esto es de verdad muy extraño- comenté dando un mordisco a mi sándwich.

-¿De dónde rayos sacaste ese sándwich?

-Lo preparé con lo que encontré en tu cocina- dije restándole importancia. Luego me sobresalté y decidí que le diría en ese momento- Recordé que había algo muy importante que tenía que decirte.

-¿Qué pasa?

-Necesito que me ayudes con la chica que me gusta- solté provocando una extraña sensación en mi.

-¿Quién es esa chica?- me preguntó, pero antes de que pudiera contestarle un grupo de chicos fueron directo hacia él y lo levantaron entre todos; luego lo sumergieron en un gigantesco barril de cerveza y se olvidó por completo de mi.

-Idiota- Lo maldecí en un susurro. Yo intentaba contarle algo serio y él ni siquiera parecía interesado.

Enojado y a la vez dolido, decidí que yo solo intentaría mantener una conversación con la chica, así que dispuesto a hablar con ella fui en dirección al lugar donde ella se encontraba.

Estaba sentada en la sala, en un sillón de terciopelo negro. Bebía agua mientras miraba con desagrado a los otros chicos y chicas que pasaban por ahí, sin duda alguna la habían obligado a asistir.

Cuando su mirada se posó sobre mi su expresión cambió y se giró rápidamente hacia otro lado simulando no haberme visto; me acerqué un poco más hasta quedar justo enfrente de ella.

- Hola, Keila- le dije con la voz algo temblorosa.

-¿Qué diablos quieres, Cameron?- soltó sin verme a los ojos.

- Solo quiero pasar el rato, pero si te molesto puedo irme- al oír mis palabras por fin me miró y luego habló.

-Está bien, puedes quedarte.

Durante la plática intenté hacerla reír y en repetidas ocasiones funcionó, por fuera parecía como si yo me sintiera completamente normal, pero por dentro había una gigantesca tormenta de emociones cada que me veía o decía algo. Era simplemente maravilloso.

-Mierda, es media noche- exclamó unas horas después al momento que se paraba de golpe- Tengo que irme.

-¿Se romperá el hechizo si te quedas, Cenicienta?

Soltó una risa y habló.
-No, pero mañana tengo entrenamiento y necesito descansar.

-Bien, fue un gusto hablar contigo- le dije y la acompañé a la puerta.

Después de que se fue intenté reproducir nuestra conversación en mi mente mientras sonreía como bobo. Mi fantasía no duró mucho, ya que alguien me llamó.

- Un chico ebrio acaba de vomitar sobre mi- me dijo un Jack molesto y cubierto de vómito.

-Pidámosle una camiseta a Isaac- le propuse y lo llevé con él antes mencionado- De verdad apestas amigo- Le dije tapándome la nariz con una mano.

-No me digas- dijo sarcásticamente antes de llegar a donde estaba nuestro anfitrión.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2018 ⏰

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