Cute Boy ×ChanBaek/BaekYeol

Ignorando amigos

ChanYeol había estado deseando poder decirle hola, aunque sea. Había estado imaginando lo que le diría desde el momento en que lo vio. Pero el universo lo odiaba. Sus compañeros lo odiaban, todo el mundo lo odiaba. Cuando el timbre sonó, lo perdió de vista.

En serio, esa gente parecía una avalancha cuando se trataba de salir de clases. Lo buscó y lo buscó, y nunca lo encontró. Se dirigió a la cafetería, abatido, y que mejor que un bocata de jamón y queso para animarlo. Sin embargo, no sirvió de mucho. Se sentó en una mesa vacía y comió lentamente, mirando a la nada y pensando en su todo; BaekHyun. Era lamentable verlo en ese estado, y eso pensaron sus amigos cuando se sentaron frente a él. Lo saludaron, lo molestaron y lo tocaron, y ChanYeol seguía sin responder. Había decidido ignorarlos, para siempre. Pues sentía que JongIn y SeHun le habían traicionado cuando tuvieron la suerte de que su querido amado se sentara a sus lados.

—Tío, ¿qué te pasa? —Preguntó SeHun preocupado al no recibir la habitual sonrisa de idiota que ChanYeol siempre les dedicaba cuando los veía, o un intento de robarle sus patatas.

—Debe estar enamorado —comentó JongIn a modo de broma, logrando que todo el cuerpo de ChanYeol se tensara.

¿Cómo lo sabía? ¿Tanto se notaba? Pensó el alto. Ni siquiera había hablado con ellos en todo el día. A pesar de eso decidió ignorarlos, porque sí, era infantil y algo rencoroso, lo sabía.

Aunque ChanYeol seguía ignorandolos, y no tenían idea de porqué, sus amigos se quedaron a su lado pasando el rato, hablando y jugando.

El timbre sonó, la multitud se movió lentamente, con desgano, de vuelta a clases.

El resto de las horas ChanYeol se las pasó imaginando que hablaba con BaekHyun y que éste le decía que le gustaba y lo besaba, y sus mejillas se tornaban coloradas de tan solo pensar en eso.

Cuando finalizaron las clases lo único en lo que fijó su atención ChanYeol fue en el lindo chico. Esta vez no lo perdería de vista, se dijo. Esta vez, le hablaría.

BaekHyun no se iría a su casa sin probar los labios del rubio, lo había decidido. Lo convenció para que lo acompañara a su casa y así poder lograrlo en el camino.

Pero tampoco tuvo la oportunidad, SeHun se la pasó hablando, sin embargo pudo cogerlo del brazo y caminar a su lado cálidamente.

Si antes ChanYeol tan solo decidió ignorar a sus amigos, ahora quería matar a SeHun.

Cuando BaekHyun se dio cuenta ya estaba frente a su casa por lo que soltó a SeHun. Solo le quedaba una opción.

—SeHun, ¿sabes cómo se despiden Europa? —preguntó BaekHyun con un tono de voz dulce.

—No —respondió SeHun.

BaekHyun se había parado de puntillas, mirando a SeHun fijamente con ojos brillantes y apoyando sus finas manos en su pecho mientras se acercaba a sus labios lentamente.

Cuando de repente escucharon a alguien llamar al rubio. BaekHyun retrocedió, alcanzando a ver a un gigante que se acercaba mientras SeHun se giraba a ver quien era, y entonces entró a su casa.

ChanYeol llevaba dibujado una sonrisa triunfante al haber impedido lo que sea que estaban a punto de hacer, que sabía perfectamente que era un beso pero decidió pasarlo por alto porque nunca pasó.

SeHun lo miró con el ceño fruncido cuando se dio cuenta de que BaekHyun se había ido. — ¡Me iba a enseñar cómo se despiden en Europa! —exclamó. Hizo un puchero y se alejó de ChanYeol.

—¿Quieres que te lo enseñe yo! —gritó ahogando una risa mientras veía cómo se iba haciendo más pequeño por la calle.