Cute Boy ×ChanBaek/BaekYeol

Enamorado

Los días pasaron volando, cuando se dieron cuenta ya estaban en el mes del amor y ChanYeol la había pasado frustrando los planes del chico lindo. ¡Qué manía tenía con querer liarse con chicos! ¡Cuando él estaba ahí para todo lo que necesitara! Pero hasta ese momento no se había atrevido a hablarle y se había mantenido en la sombras, siguiéndolo como todo un acosador. Sabía perfectamente que BaekHyun lo descubriría tarde o temprano y terminaría odiandolo.

Tenía que hacerlo de una maldita vez por todas. Ahora sí tenía que tener el valor para hablar a BaekHyun. Porque se acercaba San Valentín y no quería pasarla solo. También quería declararse para que el chico de cabello color cielo supiera de sus sentimientos. Sin embargo, cuando tuvo el coraje para saludarlo, a la hora del descanso, el chico lindo se cruzó de brazos y lo ignoro olímpicamente. Eso le recordaba a lo que hizo con sus amigos y ahora sabía lo horrible que se sentía ser ignorado. Aunque BaekHyun si tenía una razón. Debía una disculpa a JongIn y SeHun, solo habían sido las presas de BaekHyun, como todos los chicos guapos en el instituto, pero que no consiguió.

ChanYeol se sorprendió al ver a BaekHyun caminando solo hacia su casa, y no dudó en correr hacía él.

—BaekHyun —saludó tímidamente, hizo una pausa para coger aire—. ¿Te importa si te acompaño?

Wow, lo dije, pensó. Y ya era hora, porque era viernes y sabía que si no lo hablaba se arrepentiría todo el fin de semana.

BaekHyun rodó los ojos y siguió caminando. —Ya no importa. Ya lo estás haciendo —dice encogiéndose de hombros.

ChanYeol no puede evitar sonreír como un tonto. Quiere gritar y abrazar al chico lindo tan fuerte. Es como un sueño que en ese momento ambos caminen junto al otro. Ahora puede ver la diferencia de estatura y eso lo hace sonreír aún más. Y cuando BaekHyun lo mira y sus ojos se conectan, siente que el tiempo se ha detenido y esos segundos duran una eternidad. De repente siente la boca seca y su corazón latir tan rápido y fuerte que lo puede escuchar.

Se da cuenta que es real, su primer amor a primera vista es tan real como el rubor en sus mejillas. Es tan real como el cielo y las nubes que están encima de ellos siendo testigos de la primera mirada que comparten desde que se conocieron.

BaekHyun parpadeo, como si se le hubiera metido algo a los ojos. Ahora que lo veía, ChanYeol era guapo, pero había estado ignorándolo porque estaba tan molesto con él por meterse y arruinar los momentos con otros chicos, que ni se fijó. Su cabello rosa lo hacía ver más lindo, pensó.

—No se mucho de ti, BaekHyun. ¿Qué te gusta? —la pregunta desconcertó al bajito. Era la primera vez que alguien se interesaba en él y en querer conocerlo.

Sonrió mirando sus pies, no sabía cómo contestar.

—No muchas personas se interesan en saber mis gustos, ¿sabes? Soy lindo. Los chicos quieren pasar un buen rato conmigo. Eso es todo. ¿Por qué tú…

—No creo que solo seas lindo. Ni que seas un juguete. Esos chicos no deben tener cerebro si no quieren conocerte. Me pareces una persona interesante, además de perfecto.

—La perfección no es humana.

—¿No lo eres? —pregunta divertido.

—Cállate —dice con una sonrisa.

—Cállame —se puede percibir el tono retador que utiliza para decirlo.

—Eres un tonto.

—Por ti.

Cuando se dan cuenta ya han llegado a su destino, ChanYeol se detiene y BaekHyun se gira sobre sus talones para despedirse, choca con el cuerpo del alto de lo cerca que están y comienzan a reír.

Por un momento BaekHyun se pregunta si ChanYeol quiere conocerlo realmente o solo es como todos. Una parte de él cree que es verdad, mientras que la otra se niega, librando un batalla interna.

— ¿Sabes cómo se despiden en Europa? —pregunta BaekHyun interrumpiendo el silencio.

—Sí —respondió ChanYeol. BaekHyun abrió los ojos en el instante en que siente unos labios cálidos presionar su mejilla. Aquello no se lo esperaba, ni la osadía de ChanYeol al plantarle un beso fugaz. Pero su valentía va y viene, y se acaba de ir corriendo con la cara ardiendo.

BaekHyun pasa sus finos dedos por su mejilla, sintiendo un hormigueo donde lo besó. Y sintiendo su acelerado corazón.