¿Qué pasaría si Milo le propone a Camus viajar a un lugar alejado de Grecia y actuar como un chico normal por una semana? ¿Creen que el Caballero de Acuario acepte dejar su puesto,sólo para tener un viaje de ese tipo?
Una historia llena de experie...
¿Quién iba a pensar que estaría besando a mi mejor amigo en la fiesta de unos desconocidos?
Estoy nervioso aunque algo en mi interior quería seguir con esto, sé que Cam no está bien pero al menos quisiera disfrutar de este momento.
Lentamente fui empujandolo a la cama con el peso de mi cuerpo, estaba sobre él, acariciando suavemente su torso aún sin dejar el beso. Sus labios eran tan suaves, tan deliciosos, podía quedarse allí todo el tiempo si fuera posible.
-Milo, no sé que pasa pero mi cuerpo arde, ayúdame.
-Camus creo...
-Shhh... no hables.
Comenzó a jalar el borde de mi camisa hasta que logró quitármela. No podía creer lo que estaba pasando, solo podía quedarme inmóvil ante sus acciones.
Sus labios besaban mi cuello y sus manos recorrían mi pecho.
-Camie...
De un momento a otro, ambos nos encontramos con el torso desnudo y los pantalones desabotonados. Mi instinto no dudo ni un momento en acariciar su piel tan clara. Él movía su cadera provocando que su entrepierna rozara con la mía.
¿Quién es éste Camus que está frente a mí?
Mi miembro empezaba a despertar con cada roce, suaves jadeos escapaban de mis labios, era un momento tan excitante y ambos lo sabíamos. Ahora yo tampoco podía pensar con claridad.
-Cam... ¿Alguna vez te he dicho que eres muy hermoso?
No respondió, simplemente se colocó entre mis piernas y siguió devorando mis labios. En mis pensamientos no había otra cosa más que él, sus besos y sus caricias. Nunca imaginé que esas simples acciones me harían sentir muy bien.
Me sentía en el cielo, aún sin siquiera haber pasado a la mejor parte. Pero de pronto sentí como se alejaba, y esa aura de pasión se desvanecía. Ese Camus cegado por la lujuria y el alcohol huía de mis brazos.
-¿Qué... Espera, no.
-Camus...
-¿Por qué?
-Estabas muy raro, yo sólo trate de...
-¿De abusar de mí?
-¿Qué? ¡No! ¡Claro que no!
-Milo, ¡Algo me pasó!
-Lo sé.
-¿Lo sabes? ¿Y por qué no me ayudaste en vez de intentar hacerme algo?
-¡Las cosas no son así! ¡Tú me tenías acorralado!
-¿Yo? ¿Ahora dirás que yo soy el culpable, no?
-No, pero...
-¡Pero nada! Que bueno que reaccione a tiempo.
Comienza a buscar su ropa para vestirse mientras yo hago lo mismo. Es aquí en donde yo comienzo a ser el malo de la película, siempre era así.
-¿Cómo confiare en ti desde ahora? ¡Eres un idiota!
-¡Cam!
-¡No quiero volver a ver tu estúpida cara frente a mí! ¡Jamás!
Sentí una puñalada en el pecho, me dolió escuchar esas palabras.
Intentó salir pero lo detuve tomando su brazo. Me sentía herido, yo también podía usar un poco de ese orgullo que me guardaba frente a él.
-Esto no es todo mi responsabilidad, además no tienes derecho a terminar nuestra amistad por tu cuenta.
-Ya lo hice, ¡Sueltame!
-¡No Camus! ¿Por qué? ¿Por qué siempre tomes decisiones que no te corresponden? -Lo miro a los ojos, notando confusión en su rostro- Haces las cosas sin importar los sentimientos de los demás... Y cuando tú estas mal, culpas a todo el mundo. ¡Eres un maldito egoísta!
-¡Sí, lo soy¡ ¡Ahora déjame en paz!
- No sé como pude tolerarte todos estos años.
Solté su brazo y decidí salir primero que él. Si me quedaba seguramente esa conversación no iba a acabar bien o yo terminaría disculpándome y tomando toda la responsabilidad.
¿Cómo puede ser tan cínico? Admito que también me equivoqué, pero él no debió actuar así, tenía que escucharme primero.
-¡Milo! ¿A dónde vas? -preguntó Kanon al verme salir de la casa-
-¡Me largo!
-¿Por qué?
-Porque sí, sólo quiero volver a casa.
Me observó unos momentos, después rodeó mi cuello con su brazo y así me llevo lejos de ahí. En todo el camino iba pensando en lo sucedido, en lo idiota que fui.
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-¿Hicieron qué? Vaya Milo, si que vas con todo.
-Kanon... esto es serio.
-Perdón.
Habíamos llegado al hotel, le conté todo al gemelo menor, aunque al parecer sólo le importaba saber si Cam y yo "lo hicimos".
-Te das cuenta... acabo de perder a mi mejor amigo.
-Tal vez si lo hablan...
-No, él ya terminó con todo, no volveré a rogarle como lo hacía siempre.
-¿Entonces qué harás?
-Volveré al Santuario mañana.
No hice más que permanecer en silencio, me sentía mal conmigo mismo. ¿De verdad fui yo el culpable de todo?
Me despedí de Kan, era tarde y debía descansar. Me dirigí hacia la habitación y me recosté después de darme una ducha. Mañana sería un día nuevo con muchos cambios en mi vida.
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Holi, perdón! Soy una pésima escritora:'v
No me golpeen con la chancla:)
Bueno, qué tal la ridícula escena de drama que mi cerebrito pensó? Qué creen que pase luego?
Quieren golpear a Camus, a Milo o a mi?
-C va a su cueva para seguir pensando en el siguiente capítulo-
