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_Voy a matarte_

_Si si, lo has dicho antes...._

_No tendrás esa estúpida sonrisa por mucho tiempo_

_¿Qué tienes en contra de  mi?_ Pregunto ofendido.

_Tu asquerosa presencia me enferma_

_Auch, eso duele_ Fingió sollozar.

_¿Dónde esta ese desgraciado?_

_No se, de seguro anda espiando a tu lindo y sexy novio_

El azabache gruño en alto, tenia tantas ganas de saltar hasta el sujeto y partirle la cabeza contra la pared.

_Lo juro, voy a matarte a ti y a ese malnacido._ Soltó con seriedad y enfado.

_Como digas gruñón_ Comento sorbiendo de su malteada._ tu me amenazas y yo te traía noticias de tu niño, que falta de agradecimiento_

_No tengo que agradecerte por nada_

_Claro que tienes, yo te informo cada día de tu pequeño_ Sonrió al ver la seriedad del otro._ Bien, como no me quieres me iré, pero déjame decirte que Jimin, esta nuevamente en el hospital_

El azabache sorprendido observo como la figura del tipo desaparecía por la puerta principal.        Un quejido de dolor salio desde su garganta, ¿Jimin estaba en el hospital? ¿Qué le paso? ¿Estará bien? Dios, su pequeño estaba indefenso y débil lejos de su alcance.

Soltó un grito de frustración, su cabeza dolía y no podía pensar con claridad si no se calmaba.

_Minnie....- Susurro dolido.

Quería estar con el castaño, ver su hermosa sonrisa resplandeciente, besar esos adictivos labios esponjosos que siempre sabían a fresas, deseaba despertar con él en sus brazos por las mañanas, ansiaba tanto tenerlo que dolía, dolía mucho pero no podía hacer nada al respecto. 

_Joder_ Maldijo al sentir el ya, típico, dolor en sus muñecas. Sus brazos al igual que sus piernas estaban atadas en una forma que no pudiese moverse mucho, su cuerpo reposaba en una incomoda silla de madera, y sus muñecas también estaban atadas, solo que con mas fuerza aplicada, causando un gran ardor en aquella zona. Al principio trataba de zafase de esas sogas pero mientras mas intentaba, más se lastimaba las muñecas provocando que queden rojas, marcadas y dañadas.

¿Cómo había terminado en ese lugar? ¿Por qué el mundo siempre estaba en su contra?

Min Yoongi sin duda se arrepentía de muchas cosas en su larga vida, pero jamas se sintió tan dolido como cuando, sin mas remedios,destrozo el enorme y caluroso corazón de su pequeño castaño.

Tan solo recordar la voz temblorosa y triste del menor lo ponía como la mayor mierda en el planeta.

Si tan solo no hubiese actuado como tal, distraído y holgazán, en estos momentos estaría mimando a su pequeños de regordetas mejillas. 

Todo había pasado tan rápido en aquella noche, que al despertar estaba atado a esa mugrosa silla en un lugar totalmente desconocido.

Se angustio mucho, la nueva noticia de su pequeña bola de arroz nuevamente en el hospital solo significaba algo malo, muy malo.

_¡Maldición!_ Grito frustrado. 

Sin que fuese intencional, derramo una lagrima con los ojos cerrados.

_Jimin..._

... 

Exhalo el humo que estaba reteniendo, inhalo un par de veces mas y retiro aquel cigarrillo ya gastado de sus labios. Con enfado lo tiro al suelo y miro la fría noche.