Capítulo 14

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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Espero que se me pase pronto este bloqueo y pueda escribir en condiciones, porque de verdad, siento que estoy bajando la calidad de la historia y no me está quedando como tenía pensado >< 

Lo siento de veras, lo intento, pero es que últimamente no tengo tiempo y no me sale escribir como quiero... Así que espero que me perdonéis :'(

Lo voy a seguir intentando porque de verdad quiero traeros algo con más calidad y con lo que de verdad me sienta bien publicando... Pero por ahora (más adelante lo reeditaré) esto es lo que publicaré, aunque no esté contenta con ello al 10000000000000000%

Dicho esto os dejo con este capítulo no tan largo como quería xDDD

Y MUCHAS GRACIAS POR LOS 13K! ❤ De verdad que no lo merezco, y más cuando os dejo tirados con semanas sin actualizar ><

Aunque al menos, espero que lo disfrutéis un poquito ❤ 

 ✽✽✽  

Se secó con cuidado las lágrimas que le impedían ver bien lo que se encontraba frente a ella, ya que no creía lo que estaba viendo.

Pero no, su vista no le estaba engañando; y por la expresión en el rostro de él, Hana podía adivinar que no estaba allí por pura casualidad.

No había nada de asombro en aquellos ojos carmesíes. La tristeza se había adueñado de él por completo, y eso le asustó.

-Bakugō...

La primera vez que había mantenido contacto con él, le había resultado demasiado familiar; como si no fuera la primera vez que aquellos afilados ojos color carmesí se hubiesen cruzado con los suyos...

Y ciertamente no se había equivocado.

Los recuerdos que habian vuelto a ella gracias a Midoriya, le habían mostrado que aquel chico -que por aquel entonces no era más que un niño- había sido alguien importante en su vida.

Pero no era suficiente, y algo en su interior le avisaba de ello.

Sabía que había algo más con él. Le conocía de mucho tiempo antes, y fue su sobrenombre el último que escuchó en aquellos difusos recuerdos.

Él era aquella pieza perdida en el puzzle de su vida... O eso quería creer.

Por su parte, Bakugō apartó la vista rápidamente de aquellos azules ojos anegados en lágrimas. Sabía que si la miraba por mucho más tiempo, aquellos sentimientos que tenía tan bien escondidos volverían a florecer.

Y aquella flor se había marchitado hacía ya mucho. Nunca volvería a crecer por mucho que se regara...

Hana ya no era aquella flor que él recordaba. Tenía el mismo aspecto, pero su olor no era el mismo.

Seguía sin entender como había acabado en aquella desconocida casa, y aquello le enfadaba. Ella ya no era importante para él, no era más que una desconocida, una perdedora, como todos de los que se rodeaba.

No podía permitirse perder el tiempo con alguien así... Pero no podía evitarlo.

Siempre terminaba siendo ella. La estúpida de las flores y de los ojos como el cielo.

Hana fue a dar un paso para empezar a acercarse al chico de cabello alborotado color ceniza; cuando éste, antes de ver las intenciones que ella tenía, recogió la bolsa del suelo, y con brusquedad se la colgó en el hombro, para empezar a alejarse con agresivos pasos de aquel lugar.

&quot;Awai Hana&quot; (BNHA) (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora