Viktor

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La primera semana de escuela había salido bien, Louis seguía sin amigos pero no le importaba mucho. Por otro lado, Harry se había adaptado bien a la escuela y su horario como médico le había permitido no faltar a ninguna de sus clases.

"Buenos días." Louis cubrió su bostezo con su pequeña mano y le sonrió a Liam.

"Buen día amor, ¿qué tal dormiste?" Su padre le besó ambas mejillas haciendo que Louis se sonrojara.

"Bien, ¿y tú?"

"Bien, llamó tu psicóloga porque adelantó tu cita." Liam bebió de su cafe y le sirvió el desayuno a Louis

"Oh, está bien." El menor le dió un pequeño mordisco a su pancake.

"Hay un pequeño detalle."

"¿Cuál?" Louis alzó una ceja.

"Ni tu padre ni yo podremos llevarte, aun no sabes conducir así que..."

Louis se cruzó de brazos dándole a Liam una mirada llena de confusión.

"Tienes que estar bromeando." Gimió al ver como su padre le daba la bienvenida al médico.

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El silencio inundaba el auto, Harry estaba concentrado en el camino mientras Louis mordía su labio inferior y jugaba con sus manos.

"¿No tienes que estar en el hospital?"

"Sí, iré cuando te deje." Harry le dio una mirada rápida para volver a fijar su vista en el camino.

"Pude haberme ido en taxi." Se removió en el asiento y suspiró.

"No te preocupes William, me queda de paso." Le sonrió mostrando sus hoyuelos.

Louis agradeció en voz baja cuando salió del auto y con sus manos en los bolsillos de su suéter caminó hasta la puerta. Tocó tres veces y le sonrió tímido a Meredith cuando pasó. Sólo así Harry dió marcha a su auto y se fue.

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"¿Qué tal te encuentras hoy Louis?" La psicóloga acomodó sus lentes y giró la parte trasera del bolígrafo para que saliera la punta.

"Bien."

"¿Puedo hacer una pregunta indiscreta?"

"Claro." Sonrió.

"¿Quién era ese joven que te trajo?"

La pregunta lo tomó por sorpresa haciendo que sus mejillas se pusieran rojas, cosa que no pasó desapercibida por Meredith que hizo un apunte rápido.

"Oh, bueno, él es..." Carraspeó y peinó su flequillo. "Es amigo de mis padres y es mi profesor de biología, ¿por qué?"

"Simple curiosidad, ahora dime, ¿qué tal la escuela?"

"Misma mierda diferente grado de dificultad."

"¿Has hecho amigos?"

"No." Bajó la mirada y luego sonrió al recordar las veces que Harry lo acompañó a desayunar.

"¿Me vas a decir que recuerdo te sacó esa sonrisa que jamás me habías mostrado?" Meredith preguntó curiosa sin dejar de hacer anotaciones.

"Nada." Sentía su cara caliente y luego soltó un suspiro, tenía que sacarlo. "Bu-bueno, creo que Harry es un poco lindo."

"¿Harry?"

"Mi profesor."

"Oh." Meredith le sonrió cómplice.

"Hay algo en él, no logro descubrir que es pero el día que lo conocí, cuando lo vi a los ojos pareció como si lo hubiera conocido de años y es tan extraño porque lo conozco hace cinco días y es absurdo y tonto." Louis habló tan rápido que la psicóloga se encontró sorprendida de haberlo entendido todo.

"¿Crees en el amor a primera vista Louis?" Meredith lo miró.

Un rápido recuerdo en el orfanato cruzó por su mente, la monja ciega tomándole la mano y hablándole del amor y las almas gemelas mientras él, siendo un pequeño niño la miraba con adoración.

"No."

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"¿Qué haces aquí?"

"Hola William, ¿qué tal tu sesión? ¿Te enseñaron modales?" El rizado le sonrió, era lo único que Louis provocaba en él, sonrisas.

El mencionado rodó los ojos y se acercó al auto.

"Hola, me fue bien ¿qué haces aquí?"

"Vine a recogerte."

"¿Por qué? Liam me dijo que podía irme en taxi."

"Porque me desocupé antes además iba a regresar a tu casa." Harry le abrió la puerta del copiloto y Louis gruñó.

"Yo puedo hacer eso."

"Lo sé, pero quiero hacerlo por ti." Harry le dio una mirada a la ventana donde Meredith se encontraba espiando y le guiñó haciendo que la mujer se alejara rápidamente.

"Mis padres hablaban de ti pero nunca pude conocerte."

"Fui trasladado hace unos meses, vivía en Paris incluso estaba pensando en regresar pero tu padre me llamó."

"¿En serio? ¿Sabes hablar francés? ¿Eres de Francia?" Louis sonrió amplio y se acomodó mejor en el asiento.

"En serio, bien sur je sais (por supuesto que sé)  y no, soy de aquí."

"Wow, tienes el acento más hermoso que he escuchado, no es que haya conocido muchos parisinos pero tu acento es genial." Quizá Louis hablaba muy rápido cuando estaba emocionado.

"Merci William." Le guiñó haciendo que el menor escondiera su sonrojado rostro.

Después de un rato, Harry estacionó en un supermercado. Louis frunció el ceño.

"Haces eso seguido, te saldrán arrugas." El pulgar de Harry acarició su frente antes de bajar.

"¿Qué hacemos aquí?" Louis parpadeó sorprendido ante el toque tan repentino.

"Me toca cocinar, nos iremos pronto." El médico tomó un carrito de la entrada y se adentró al supermercado seguido de la pequeña figura de Louis.

"¿Qué cocinarás?" El menor se subía adelante del carrito con su mirada seria, adorable, pensaba Harry.

"Un poco de carne con verduras, ¿sabes elegir un buen vino?"

"No, tengo diecisiete."

"Bueno, vi casos de congestión alcohólica en personas menores que tú y con esa altura pareces de trece."

"¡Hey!" Louis le sonrió dándole un suave golpe en el hombro, Harry rió yendo a la sección de vinos.

Louis se movió por los pasillos buscando la sección de dulces cuando lo vió, su corazón se detuvo y su respiración se aceleró. Estaba ahí, a unos pasos escogiendo verduras. Su cuerpo no respondía, no podía moverse.

"Podemos irnos William." Harry colocó con cuidado la botella de vino y se acercó a Louis.

El cuerpo del menor reaccionó abrazándose del médico con fuerza, enterrando su rostro en su pecho con las lagrimas cayéndole sin permiso. Harry lo abrazó confundido y asustado sin saber que hacer.

"¿L-Louis? ¿Qué pasa?"

Viktor levantó la vista.

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