Siempre me gustó empezar a descrbir a una persona por sus ojos, su boca y nariz. Primero su físico y después su forma de actuar, de vivir, de sentir, su forma de ser.
Si lo tuviéramos que expresar en una sola palabra, las personas se describen en "formas".
Hay formas de todos los tipos, colores, tamaños. Formas con todos los pensamientos y pensamientos de todas las formas.
Yo solo quiero relatar mi favorita:
Desde chiquita siempre me gustaron las mentes y ojos bien abiertos. Personas que no les daba miedo absorber experiencia del mundo. La forma sus pestañas era igual de bonita que sus curvas, tenía un aspecto espectacular.
Físicamente era de estatura promedio, con el pelo negro y los ojos en todas las tonalidades de "claro". Su piel café con leche, y su gusto tan complejo de la música ya de por sí la hacían increíble.
Ella amaba conocer, crear, y divertirse, era muy muy sensible, como una muñeca de porcelana en las manos de un niño de 6 años, porque cuando se rompía se hacía daño a sí misma y a los que estaban cerca.
El problema empieza en sus ganas de conocimiento: ella cambiaba mundos, comenzaba y se unía a revoluciones, era única y tenía las ganas para cumplir todo lo que se propusiera. Fué más de lo que yo puedo aguantar.
Ella es demasiado... ella.
Sabe tanto en comparación a mí que el simple hecho de querer estar a su altura o en su onda me causa mareos al día de hoy, y unas incomprensibles ganas de desaparecer, o de volverla más simple, lo cual sería muy egoísta de mi parte.
Y todo eso te hace dar cuenta que hay formas de ser, que agradan, formas tan complejas, figuras tan extravagantes como extraordinarias.
Me alejé de ella.
El universo pareció decirme que habían personas más complejas de lo que podía soportar.
