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El pálido rostro de Taehyung se contrajo al ver a su novio de esa forma otra vez:

- Yoongi, por favor... -murmuró con tristeza.

El mayor siguió con las manos en su cabeza y los codos en las rodillas, negándose ante los llamados de su pequeño humano. El castaño tragó con dureza y se acercó más al cuerpo que se hallaba sentado en el sillón. Se puso de rodillas delante de él y, con su rostro suplicante, apartó los brazos para que su pareja lo viera.

El rostro de Yoongi denotaba lo mal que se encontraba. Las ojeras, más remarcadas aún, le daban un peor aspecto. Sus ojos estaban apagados y sabía que el dolor en su cuerpo tenía que estar causándole estragos:

- Yoongi –lo llamó de nuevo-. Por favor, sé que lo necesitas.

- Taehyung, escúchame de una vez –dijo sin seguir mirándolo. No quería apreciar lo demacrado que había dejado al menor después de un tiempo-. No voy a hacerlo. No lo haré más. He tomado esta decisión para protegerte.

- Cariño –le habló con tristeza, acunando su rostro para que lo mirara-. Yoongi te estás muriendo, tu vida acabará si no lo haces. Por favor –suplicó de nuevo con sus ojos vidriosos -. Prefiero morirme yo a dejarte hacerlo a ti –declaró buscando las pupilas que alguna vez habían sido de un intenso ámbar.

El pelinegro observó la expresión de su pareja y su corazón volvió a encogerse al percatarse de lo pálido que se encontraba él. Taehyung había perdido el color en la cara, había perdido toda su energía, parecía haber perdido el alma y aun así le susurraba que lo hiciera una vez más. No se podía haber sentido más miserable. Lo estaba matando y no tenía ningún derecho:

- No voy a beber más de ti –delineó el contorno de su lado derecho con sumo cariño y una expresión suave, pero teñida de máxima culpabilidad-. Lo siento –repasó cada una de sus facciones-. Mira lo que te he hecho mi amor –su voz comenzaba a quebrarse, sobre todo cuando observó las lágrimas contrarias surcar sus pómulos.

- Yoongi –le sonrió como pudo-. Está bien, cariño, estoy bien. Y lo estaré si te quedas conmigo.

- Estás enfermo, Taehyung –comenzó a llorar mientras indagaba en sus opacos ojos.

El susodicho negó con la cabeza lentamente:

- Estoy bien –sonrió de nuevo-. Te prometo que lo estaré, solo necesito que bebas –le acarició los labios con delicadeza-. Sé que te está doliendo y que te estás consumiendo también. No puedo dejar que eso te pase, no cuando yo puedo evitarlo.

- Cariño... -le suplicó él ahora.

- Yoongi... Por favor... No quiero perderte –lo miró entre el llanto.

- No lo haré, cariño –le sonrió con tristeza-. No puedo permitirme hacerte más daño del que ya te he hecho.

- No me has hecho ninguno –confesó-. Acepté esta unión y sabía lo que ello implicaba. Lo hemos hecho bien –sonrió.

- Lo hemos hecho bien –asintió acercándose a su rosto, a sus labios-. Eres la persona más valiente que he conocido en estos trescientos años. Jamás pensé en conocer a un humano semejante –sonrió ante el recuerdo-. Y no puedo estar más agradecido de que me hayas amado. No quiero que olvides nunca, pase lo que pase, lo que siento por ti –dejó un pequeño beso.

- Yoongi... No –sollozó agarrándose de la camiseta del contrario.

- Perdóname, cariño –volvió a besarlo, pero, esta vez, con más intensidad.

Taehyung cerró los ojos al sentir los labios de su pareja. La manía que tenía su novio de callarlo no había cambiado en absoluto, pero, de alguna forma, él siempre tenía la última palabra y eso tampoco cambiaría.

Frunció el ceño un segundo y, en el instante en el que se separó de Yoongi, antes de besarlo de nuevo, mordió su labio y los estampó contra los ajenos de nuevo.

La lengua del mayor sintió la sangre que acompañaba la boca del más pequeño y sus ojos se encendieron. La respiración se le hizo turbia y sus manos sujetaron al menor con fuerza, atrayéndolo. La poca sangre bajó por su sistema, enloqueciéndolo. Taehyung había conseguido lo que quería. Se separó de él y hundió el rostro de su pareja en la curvatura de su cuello.

Al segundo, sintió la brusca exhalación del vampiro y gritó al sentir los colmillos hundirse en su piel. Sonrió complacido, acariciando la espalda de su novio mientras se sentía con menos fuerza que antes:

- Eso es, cariño –susurró notando como la criatura volvía a alimentarse de él-. Eso es... -pronunció antes de cerrar los ojos.

Yoongi volvió en sí al notar como el cuerpo de su novio caía sobre él. Se despegó con rapidez y observó la sepulcral escena. Yacía ahora inerte en sus brazos con solo un pequeño atisbo del último suspiro en forma de lágrimas que había dejado junto a él:

- Taehyung... -los ojos de Yoongi se abrieron y, de ellos, brotaron más lágrimas que antes-. No... -lo apretó entre sus brazos-. No...

Letter'Book [YoonTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora