Cuenta regresiva

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Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo.

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Sus pasos iban acompañados por una tradicional música y la mirada de todas sus amistades y familia. Todas las personas a las que apreciaba, para ser más precisos. Se agarró con fuerza del brazo de su padre a su lado, él sonrió para calmarla. Aunque pudo notar que se estaba conteniendo para no dejar ir un par de lágrimas que hacían brillar sus ojos.
Al pensar en lágrimas, pensó en él. Que sí, desde la otra punta del pasillo la esperaba refregándose los ojos. Ella no pudo impedir una pequeña risa, que él se contagió al observarla. Mientras pequeñas lágrimas iban cayendo en su hermoso vestido blanco.
Llegó al altar y recibió un beso en la frente de su padre. Ella giró la mirada hacia Tsuyu parada a su lado, le dedicó una sonrisa nerviosa y la otra una tranquilizadora. Miró hacia el otro lado, detrás de su futuro esposo. Dónde estaba Iida, levantando sus gafas para limpiar sus ojos.

Unió ambas manos con las de Izuku. Empezaron a escuchar, o hacer que lo hacían, al cura. Como un acuerdo nunca arreglado, sus amigos les iban avisando lo que decían hacer. Porque estaban tan perdidos en el momento y el día tan especial, que se olvidaban de que estaban rodeados. Pero sin olvidar porque estaban ahí.

No escuchaban las palabras del cura, pero sabían que los estaban casando.

Decían el "Si, acepto" no porque les hubieran preguntado, sino porque la palabra estuvo desde hace años en su boca.

Le ponían al otro el anillo, además de ser golpeados sutilmente con el codo con su padrino y madrina respectivamente, porque necesitaban algo que los uniera.

Se besaban, no porque fuera el acto final, sino porque sus labios ya se sentían vacíos sin los del otro.

Se giraron hacia el pasillo donde todos sus seres queridos aplaudían, y no porque acabaran de casarse, sino porque todos sabían que estaban destinados a estar juntos.