Capitulo 7

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"Amor.. dije amor verdadero, es como no sentir miedo cuando estás de pie contra el peligro; porque simplemente lo quieres demasiado"
-Lana del Rey.

Amor verdadero. ¿Acaso existe una definición para eso?¿Una prueba que pueda demostrarlo? Necesito saberlo.. un enorme remolino cubría gran parte de mis pensamientos y no me dejaba estar tranquila. Cada vez que cerraba mis ojos era como un paraíso obscuro, solitario. Sin ninguna señal de vida aparente. Solo había una luz, una pequeña luz de esperanza que alcanzaba a ver cómo un destello muy lejano. Su voz retumbante repetía sus palabras con exactitud; algo sencillamente maleable para poder ajustarlo a las necesidades de cada quien. Puede sonar repetitivo o incluso tedioso. Pero por más que lo escuchara, y por más que lo repitiera dentro de mi mente, seguía sintiendo ese escalofrío recorrer mi espalda como lo hizo la primera vez.

El afecto comenzó a incrementarse casi inconscientemente por instantes, el toque de sus manos.. o incluso de sus labios, su forma de caricia y su pronunciación al hablar. Aspectos sencillos a los que al parecer, podía acostumbrarme

El domingo por la mañana, cerca de las 8:00 mi familia solía ir a la iglesia del final de la calle. No solía llamarme cristiana ni tampoco atea, solo que mi forma de pensar era diferente a la de los demás, lo cual era un tanto molesto para mi madre. Sin embargo ese día me permitieron faltar, ya que tratar de levantarlo en plena mañana de un día de descanso para asistir a la iglesia conmigo, no solo me resultaba penoso, sino también incorrecto. Preparé el desayuno, tendí las camas, y terminé los últimos deberes de la lista de "cosas por hacer". Solo faltaba acércame una vez más a su habitación para poder iniciar con el día. No tarde mucho en darme cuenta en que ya estaba despierto, el ruido desde dentro, junto con una melodía de fondo que lo acompañaba simbolizaba su presencia.
Toque la puerta tranquilamente la primera vez a lo que no tuve respuesta. Seguí haciéndolo pero aún nada, ni un "Ya voy" o "Un momento", y conociendo mi desesperación insistente; casi termine por tumbar la puerta. Mis nudillos dolían y malos pensamientos llegaban como de imprevisto para llamar mi atención.
Tarde pocos minutos para sentarme en el suelo del marco de la puerta, pues tarde o temprano tendría que abrir.

-Buenos días..- abrió la puerta al fin, dejando pasar una brisa cálida hacia el pasillo, causándome voltear para verlo ahí de pie.
Con solo un bóxer que lo cubría y el cabello aún mojado, me miraba desde su postura, limpiando su oído sonriendo levemente como siempre lo hacía
-¿Que tanto hacías? Llevo como 20 minutos tocando la puerta
-Oh.. lo lamento, me estaba bañando.. ¿quieres pasar?-. cabe aclarar que en este punto no pude evitar verlo con detenimiento, se veía bastante bien y el hecho que estuviera ahí solo para mí, debía de aprovecharlo; incluso su leve y abultado.. ¿pene? Aunque si me puso un tanto incómoda.
-No en realidad, te estoy esperando para que bajes a desayunar
-Bajare en un momento, ¿segura que no quieres pasar?
-Ah.. esta bien, pero apúrate

Me puse de pie sosteniéndome de sus manos, entrando en la habitación y sentándome en la cama, esperando que se cambiara para poder bajar.
El cuarto olía a loción y por otra parte a humedad. Cruce ambos brazos viéndolo desde mi postura en periodos de tiempo, o al menos disimulando mi presencia ahí. Tristemente él no es alguien tonto, ni un poco siquiera, y mis intentos por que no me viera fueron como de papel.

-¿Sigues molesta conmigo?
Hablo delicado, colocando ambas palmas sobre mis rodillas, curveando su espalda para acercarse a verme con pocos centímetros de distancia. Era odioso; por el hecho de saber que me ponía nerviosa, me provocaba aún más.

-¿Qué haces?
No me sorprendería si me besaba en ese momento.
-Shh..
Sus labios se posaron sobre los míos de poco a poco. No me sorprendía ya.
De una base pasamos a otra, de un beso ligero se fue profundizando, de una caricia se hicieron jalones y cuando menos me dí cuenta ya estaba encima de mí. No quería moverme, ya que él llevaba el control, pero era algo nuevo, algo más potente, un territorio que yo desconocía.
Sus manos se colocaron en mi cadera, bajando hasta mis piernas para abrirlas, introduciéndose levemente obligándome a ahogar un gemido. No le daría esa satisfacción que seguro esperaba.
Una pose sexual ¿en qué momento había aceptado hacer esto?
Aún doy gracias a que tenía ropa puesta, pues si no, no sé que hubiera pasado.

Tardamos 25 minutos dentro aproximadamente, leves estocadas chocaban contra mi. Sabía mover muy bien sus caderas..
Por mi parte no pude hacer nada con mis manos, ya que me las sostenía, pero tras confiar en mí, haciendo bajar las suyas, pude tocar su espalda, su amplia y fuerte espalda. Me encantaba tocarla, no por su musculatura o por su piel, solo por el hecho de que era de él.

10:00 p.m.
Salí de bañarme, hacía frío y el suelo estaba helado. Pasé de puntillas, entrando a mi cuarto para cambiarme y cepillarme.
10:20
Ya era hora de dormir. Pero algo no me dejaba pensar, no me dejaba siquiera respirar. Un frío indescriptible inundaba toda mi cama. Y quisiera o no, sabía que lo necesitaba.
Entre en su habitación sin tocar, ya estaba obscuro y él dentro de la cama; entre en las cobijas, intentando que no me notara o que hiciera un ruido alertando a mi familia. Estaba caliente, un calor corporal tan delicioso que me pegue para abrazarlo. Lo desperté.
Regreso a verme, creí que me diría algo, pero solo me abrazo, se puso frente a frente conmigo, rodeando mi cadera para acércame aún más, quedando piel con piel.
Beso mi frente. Cerró los ojos. Y volvió a dormir.

5:20 La alarma sonó, esta vez si la escuché, tal vez por el hecho de no estar sola o por estar en su habitación, pero me despertó.
Estaba acomodada sobre su pecho, tan cálido y suave como me lo imaginaba; pero aún así tuve que levantarme, a menos claro que quisiera que me descubrieran con él.
6:00 Me la lave la cara en el lavabo del piso de abajo, parecía una niña jugando a juegos de los que yo no conocía y sabía que podía lastímame. Un juego de nunca acabar. Un juego de siempre depender y arriesgarlo todo.

-Reb, ¿tendiste tu cama?
Era la voz de mi madre venir desde la cocina
-Si mamá..
-Está bien, ve a levantar a tu amigo o se les hará tarde

Como era de esperarse no hubo la necesidad de hacerlo. Era impredecible como tradicional. Traía puesto el uniforme, con una maleta adicional colgada de su hombro derecho.
-Hoy toca partido, nos quedaremos hasta tarde ¿cierto?
-Claro
Era extraña la forma en que comenzaban a gustarme los deportes por él.

Pasó la mañana.
Luego el almuerzo.
Las clases aburridas.
Y lo mismo de siempre.
No pare de dibujar su nombre en cada cuaderno de las materias del día, corazones rozados rodeándolo como un collage e incluso mi nombre junto a su apellido. Era absurdo pensarlo. Rabekah de Lewis.

2:00 La hora del entrenamiento. Era emocionante pensar en su participación dentro del equipo, caminamos juntos hasta las canchas sintéticas, donde las gradas eran más altas que los mismos salones.
Camisetas de colores, shorts ligeros, calcetines altos y tenis de correr. Los colores eran blanco y azul, claro que lo recuerdo.. porque me encantaba cómo se veía.
El cansancio se notaba sobre los rostros de todos después de la primera mitad, pues correr de un lado a otro persiguiendo un balón con la misma intención no era tarea fácil. Jamás entendí el fútbol, un deporte de mucha condición física y poco cerebro.
"GOOOOOOOL" Fueron las palabras del triunfo, una porra que todos gritan con naturaleza, llena de emoción y sentimiento.
No hay necesidad de decir quien lo metió, porque sería más que obvio.
Había escuchado de las celebraciones al hacer algo así, levantar las manos, dar piruetas, correr incluso. Pero solo me volteo a ver, inundado de gente saltando a todo su alrededor, él solo me miraba a mí; puedo demostrarlo si es necesario, pues nadie quería sentarse a un lado mío. Un beso invisible fue mandando desde sus labios, un guiño coqueto y su sonrisa traviesa.
Vaya que sabía hacerme enloquecer.

LOVE SICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora