Capitulo 9

24 0 0
                                    

Personalmente he estado pensando en la diferencia de amar a ser amado. Entregar todo a recibir el corazón de otra persona, suena como una mezcla de lo dulce y lo salado, lo soluble y lo insoluble. ¿Ambas podrían existir realmente dentro de una relación?.. O solo sería correspondido por un simple sentimiento de culpa.

¿Quién dijo que entregar la vida por otra persona es el mayor acto de amor que una persona puede hacer? ¿Por qué escoger la muerte por encima de la vida? Suena ilógico para una persona que trata de entender los sentimientos del ser humano con solamente las definiciones de los mismos.

¿Realmente el amor existe? O es algo que la propia mente llega a crear por la falta de afecto dentro de nuestra raza, un disfraz detrás de la verdad para preservar a la raza humana. ¿Acaso es alguna clase de poder sobrehumano del cual no tenemos conocimiento de tenerlo aún? O es algo universal como lo es la vida, la materia, o el espacio.

No creerán la cantidad de veces que he escuchado al ser humano sublevarse por encima de las demás formas de vida que existen dentro de nuestro conocimiento, de nuestros libros de historia, llamar monstruo a lo desconocido y débil a lo que nos resulta fácil de matar.
Y aunque lleguen a dudarlo, años atrás, solíamos pensar que éramos el centro del universo, que el sol rotaba alrededor de la tierra, o que la simple forma de la misma era plana. Evolucionamos, cambiamos, maduramos, millones de formas de darle una explicación a algo que pocos han hecho a lo largo de su vida, algunos mucho antes que otros. La ley del mas fuerte. Probablemente en un futuro otras personas lleguen a ver nuestro conocimiento y forma de vida como algo retrograda, casi inhumano. ¿Acaso algún día la sublevación del ser humano se acabará de una vez por todas? ¿O tendremos que terminar con nuestra propia raza para darnos cuenta de algo que siempre estaba frente a nosotros pero cegado por lo egocéntrismo que llegó a ser, es y será el ser humano como caracterización del mismo?

Así era Tyler siempre, egocéntrico en todos los ángulos de los que se llegara a estudiar. Un carácter humano tan apegado a él que parecía ser parte incluso de su misma piel, de su misma alma. Una cualidad para pocos y un pecado para muchos. Sin embargo, no dire que no fue bueno conmigo, había momentos en los que olvidaba con la persona que trataba, el lobo al que jugaba con esconderme para que me volviera a encontrar, indefensa como una gacela herida pero con el conocimiento previo de lo que pasaría. Ser un idiota en todos los sentidos, pero seguir adelante por la duda de lo que llegó a ser y nunca será.

Aquella noche fue bastante peculiar de entre muchas otras, pues tras un baño compartido en la habitación del fondo del segundo piso de la casa que teníamos, llegue a mi habitación, no por el hecho de querer hacerlo, pero la ropa que tenía ahí era la que necesitaba. Mi familia no tardaría en llegar pronto y preguntarnos por nuestro día, dejarnos dormir si por pura casualidad pensaran en que es demasiado tarde para hacerlo.
Tomé un conjunto simple, el primer sostén de mi cajón para no hacerlo esperar.. pero ahí.. en ese preciso instante.. una parte de mí me llamó. Casi tan natural como cuando otra persona lo hace. En aquel espejo de mi habitación, que tenía lugar desde el momento en que nos habíamos mudado, me mostró algo que no puedo explicar con facilidad. Parecía una ilusión óptica, un juego de la mente de muy mal gusto

¿Quien era esa chica de cabellera rubia que estaba frente a mí en ese momento? ¿Acaso ya me había vuelto loca o en verdad mis ojos me mostraban algo que la mente no podía hacer? Era similar a mí, casi idéntica en el aspecto físico, pero dentro de ella, era otra persona, completamente diferente a la que yo conocía, sus ojos denotaban desinterés, sus manos y sus labios temblaban por ansiedad, tal vez por el hecho de no estar con él en ese momento, tenía rasguños en los costados de sus piernas y en la clavícula, un moretón obscuro de aspecto tenebroso color magenta con pequeños detalles negros y un contorno suave que se incorporaba a la piel. No podía reconocerme por más que buscaba dentro de aquel marco del espejo. Incluso la piel parecía distinta, más pálida de lo habitual; y para ser sincera. Por un momento creí que estaba muerta.

¿Qué era lo que me había llevado a este punto de mi vida donde ni siquiera mi propio reflejo me mostraba lo que yo era en realidad?

Se escucho en la puerta leves golpes anunciando la entrada, tratando de forzar la cerradura pero siendo imposible debido al seguro que estaba puesto
-Reb.. ¿estás bien?
No hubo respuesta después de eso
-Reb soy yo, ven a la cama, te estoy esperando
Solo el silencio podía contestar a una propuesta como esa. Esperó un par de minutos repitiendo mi nombre junto con golpes en distintas partes de la misma. Pero aún así, no pude contestar.
-Está bien.. ya no te molestaré. Solo quería asegurarme de que estuvieras bien.. descansa-.

Creo que en este punto la mayoría de mis dedos temblaban por un miedo interior, y mis ojos no paraban de arder, sacando pequeñas lagrimas pausadas como una reacción natural.
¿Qué era lo que estaba haciendo? Tenía miedo de perder la batalla contra mí misma, pues cuando te pierdes a ti, ya no queda nada

Tal vez me quedé dormida por pensar una respuesta o por las lagrimas que me obligaban a cerrar los ojos. Pero de alguna tonta manera, se sentía bien al hacerlo.

Imágenes complicadas, con tamaños y dimensiones exactas como en la realidad..
Mis muñecas estaban sujetadas a una camilla, mis manos se aferraban al frío de aquel fierro que me sujetaba constantemente y avanzaba por un pasillo con luces que se apagaban y encendían parpadeantes; el sonido de las llantas chirriantes eran presionadas a una velocidad bastante rápida, sintiendo miedo pero mostrando calma ante cualquier situación.
Entramos a una sala de quirófano, quedando en el centro sin nadie a mí alrededor, había un espejo en el techo que me obligaba a verme a los ojos. Un grupo de personas con batas blancas y mascarillas azules tomaban instrumentos filosos entre sus dedos, acercándolos hacia mi estómago para comenzar a abrir desde mi vientre bajo en cortes horizontales. El dolor era real, quería gritar pero mi garganta se cortaba haciendo que ni un solo sonido pudiera salir. Ahogada entre mis lagrimas volteaba desesperada a mi estomago encontrándome sola de nuevo, pero en el espejo era otra realidad. La sangre brotaba desde mi cuerpo, cayendo al suelo para formar un charco burbujeante, mientras que poco a poco mis órganos comenzaban a salir uno por uno. Dejándome vacía por dentro. Mi corazón se aceleraba y mis dientes tiritaban rápidamente, estaba muriendo.

5:30 la alarma estaba sonando.
Estaba en el suelo. Sola. Pero mis lagrimas no paraban de brotar, solo puedo encontrarle dos explicaciones a ello. 1 Estaba asustada o la 2 y la más probable. Me encontraba de nuevo aquí.

"Creo que una parte de mí supo en el momento en que lo vi que esto pasaría. No es algo que dijera, o algo que hiciera. Era la sensación que lo acompañaba; y, la cosa más loca es que no sé si alguna vez me volveré a sentir así. Pero no sé
si debería.
Sabía que su mundo se movía demasiado rápido, y quemaba demasiado, pero simplemente pensé, ¿cómo puede el diablo empujarte a alguien que se parece tanto a un ángel cuando te sonríe? Quizás él lo sabía cuando me vio.
Supongo que simplemente perdí el equilibrio. Creo que la peor parte de todo no fue perderlo a él, fue perderme a mí"
-Taylor Swift, I knew you were trouble.

LOVE SICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora